Opinión
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El Correo Ilustrado

Critican intervención de ex presidente Ernesto Zedillo

E

s risible que el ex presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, una persona que traicionó a su partido que lo llevó a la Presidencia de la República (PRI), esgrima deseos de algo de lo que él careció.

Escudado todavía en la defensa de los extranjeros a los que ofreció los valiosos informes sobre nuestro país mientras desgranaba felizmente su vida trabajando para ellos, el ex mandatario olvida su mediocre gestión cuando perseguía zapatistas con el ánimo de hacer lo de los caciques guerrerenses.

Ahora sueña con un gobierno ideal y lo expone con críticas zumbonas como expatriado que está exponiendo traición.

Ese es uno de los que tuvimos como presidentes. Debería irse a España.

Tere Gil

Recuerdan lema de campaña a la Presidencia en 1994

A propósito de los comentarios del ex presidente Ernesto Zedillo en un foro en el extranjero y difundidos ampliamente en los que expresa su deseo de que el próximo presidente de México no incurra en promesas que no vaya a cumplir, y tampoco en engaños a la población, me permito recordar uno de los lemas de su propia campaña a la Presidencia en 1994 y que rezaba: Él sabe cómo hacerlo.

¿Lo recuerdan?

Juan Manuel Hernández Castillo

Acapulco, ejemplo del fracaso del sistema neoliberal

Acapulco debe analizarse como el ejemplo claro del fracaso del sistema neoliberal.

Por un lado millonarios ingresos anuales a los pocos dueños de los hoteles y grandes restaurantes, y por otro un pueblo que nunca ha salido de la pobreza, un pueblo aplastado y explotado, usado por los magnates para su servicio.

Fue descubierto en los años 50 del siglo pasado y desde entonces es la bahía más visitada, después de Cancún, Quintana Roo, por turistas de todo el mundo.

En últimas fechas se había deteriorado mucho, una violencia desatada, producto de la pobreza en que viven la mayoría de los acapulqueños.

Esperemos que este lamentable acontecimiento remueva todas las estructuras sociales existentes y se renueve, termine la pobreza y la explotación de todos los trabajadores, y Acapulco sea ahora un ejemplo de bienestar social.

Urge aplicar una buena política y mucha gestión cultural.

José Manuel Rodríguez Ramírez

Reconstrucción para el buen vivir

¿Cómo se concibe la reconstrucción? ¿Cada quién se rascará con sus uñas con lo que le entregue el gobierno, los particulares o lo que pueda conseguir?

¿Habrá quien pretenda sustituir lo que puede hacer la gente? ¿Se promoverá la organización democrática por manzanas, barrios y pueblos, para dialogar cómo les afectó anímica y materialmente lo vivido?

¿Cómo pueden mejorar sus relaciones, para resolver su seguridad, su alimentación, su abasto, la recuperación de ingresos, crear sistemas de comunicación (a prueba de apagones) su espacio habitacional y común, restaurando así el tejido social, pactando nuevas reglas de convivencia y recuperando el tequio, ejemplo comunal?

¿Se buscará que la reconstrucción no sea androcéntrica y el capitalismo el único ganón?

La dosis de adrenalina por las horas de pánico vividas repercute ya en la salud física y mental.

Los grupos de autoayuda deben brotar en todos lados, ya que procesar la experiencia es indispensable.

¿Qué cambios requieren las reglas de construcción para una zona sísmica y de huracanes categoría 5?

¿Cada casa, barrio o poblado deberá tener su refugio? ¿Las estructuras de las construcciones están intactas? ¿Será sólo cuestión de limpiar y comprar colchones?

¿Las empresas pagarán salarios durante el tiempo que la fuente de trabajo no funcione? ¿Se convertirán en cooperativas los negocios que no sean justos?

Quienes están junto al Pacífico o al Atlántico ¿están poniendo sus barbas a remojar?

Mónica Soto Elízaga

¿De qué habla el primer ministro Benjamin Netanyahu?

¿Antiguo Testamento? ¿Amalecitas (pueblo descrito en el Antiguo Testamento)? ¿A qué clase de matanza vetero testamentaria convoca el señor Netanyahu? ¿A qué pueblo y en el contexto de qué conflicto?

En pleno delirio fundamentalista, ¿a qué versículo bíblico estará queriendo dar cumplimiento este premier?

Ya finalizada la Edad de Bronce (siglo XIII aC) y reubicándonos en la realidad, ¿tendrá sentido mencionar siquiera al respecto de Gaza las palabras derecho internacional humanitario, Carta de Derechos Humanos o Convención de Ginebra?

Aciagos días son estos en que todos, aquí y allá, somos rehenes de políticos como el mencionado y de la tropilla de fanáticos, cabilderos y armeros que los respaldan.

Anselmo Galindo