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Mayoría de editoriales cumple con ley que ordena entregar títulos a la Biblioteca de México

Los sellos independientes son los que cumplen con más entusiasmo, indica Rodrigo Borja, de la DGB

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▲ La asistencia a la red de bibliotecas públicas, que antes de la pandemia llegó a 25 millones de usuarios, está recuperando esas cifras. El año pasado alcanzó 11 millones. Arriba, interior de la Biblioteca de La Ciudadela José Vasconcelos.Foto DGB
 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de octubre de 2023, p. 3

La mayoría de las editoriales en México, casi 80 por ciento, ha cumplido hasta ahora con la disposición de entregar ejemplares a la Biblioteca de México, como ordena la Ley General de Bibliotecas, bajo la figura de depósito legal. Sin embargo, en unos tres años el espacio para resguardarlos será insuficiente, dijo Rodrigo Borja Torres, titular de la Dirección General de Bibliotecas (DGB) de la Secretaría de Cultura federal.

La ley considera a la Biblioteca de México como el conjunto de acervos que integran los repositorios de la Biblioteca de La Ciudadela José Vasconcelos y la Biblioteca Vasconcelos, localizada a un costado de la antigua estación de ferrocarriles de Buenavista, ambas dependientes de la Secretaría de Cultura y adscritas a la DGB.

Tenemos unos 34 o 35 mil ejemplares. Teniendo en cuenta que son dos libros (los que se entregan) por cada título que se publica, se han recibido más de 17 mil de junio de 2021 (cuando entró en vigor la legislación) a principios de 2023, informó el funcionario a La Jornada.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió hace unos meses, por unanimidad, que la figura del depósito legal no viola la Constitución ni transgrede la Ley Federal de Derechos de Autor, argumento de un centenar de amparos promovidos por editoriales, productoras, distribuidoras y sociedades de gestión colectiva.

Borja Torres destacó: tenemos más de 53 sellos independientes que están cumpliendo, cuando un argumento en contra era que éstas no podrían acatar porque iban a quebrar debido a sus tirajes pequeños. Son las que más cumplen y con más entusiasmo, porque para ellas es una suerte de escaparate.

Según la ley, la Biblioteca de México es una de las instituciones receptoras del depósito legal. La de La Ciudadela resguarda, en total, entre un millón 100 mil o un millón 200 mil; mientras la Vasconcelos reúne alrededor de 700 mil libros. Después de la Biblioteca Nacional (bajo resguardo de la Universidad Nacional Autónoma de México), son las dos más grandes del país, añadió Borja Torres.

Hay espacio en ambas para albergar libros y aguantar un par de años, quizá, pero ya buscamos opciones para resolver a largo plazo el resguardo, porque el depósito legal es por tiempo indefinido, va a crecer.

El promotor cultural previó que hay tiempo de elaborar un plan, la Secretaría de Cultura tiene eso en mente, para, posteriormente, solicitar recursos en el presupuesto con ese fin.

La Ley General de Bibliotecas contiene un apartado que se refiere al descarte de libros. Sobre el tema, Rodrigo Borja explicó que su razón de ser es que hay ejemplares dañados por el paso del tiempo o por la propagación de hongos. Esas cosas obligan a que haya un descarte.

Entre las normas del descarte, que recientemente actualizaron, también se indica que si un libro no ha sido requerido en 10 años en una biblioteca se saca de ahí, pues no tiene sentido que ocupe ese espacio, y se busca enviarlo a otra biblioteca, donde se utilice.

Relató que cada mes se revisa el descarte de libros en tres o cuatro estados, por ejemplo, informan que en tal biblioteca tengo este libro de física cuántica que lleva 10 años y nadie lo ha utilizado jamás, porque no hay ninguna universidad cerca. Se pone en descarte, buscamos bibliotecas que estén cerca de universidades y les mandamos ese título.

El historiador dijo que los ejemplares en depósito legal están totalmente fuera del descarte, pues el sentido de esta figura es salvaguardar el patrimonio cultural editorial del país y ponerlo a disposición del público. No importa si el libro se consulta, se va a guardar siempre. Desde luego se tienen que conservar en las condiciones óptimas para que no tengan humedad ni oxidación por la luz.

Borja mencionó que son pocas las bibliotecas con un catálogo digitalizado, lo cual permitiría encontrar un libro en cualquier acervo de la red. Es un proceso que requiere recursos de los municipios, porque a ellos les tocaría, y hay algunos que no lo tienen. Cuando mucho 20 por ciento están digitalizadas.