Deportes
Ver día anteriorJueves 28 de septiembre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Soy el peleador de una nueva era, dice el estadunidense

Ya no tengo nada que demostrar a la gente, sólo a Charlo: Canelo

Es un insulto al boxeo lo que hacen con el peso en los combates del tapatío, afirma Ignacio Beristáin

Foto
▲ El boxeador mexicano y el estadunidense se enfrentarán el sábado en Las Vegas, donde el tapatío expone sus cuatro cinturones que lo acreditan como campeón indiscutido. En la imagen, ayer durante la presentación del combate.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 28 de septiembre de 2023, p. a10

En la historia del boxeo, la conferencia antes de un combate estelar adquiere niveles de obra dramática. Es ante todo una represen-tación. Una bravuconada a lo mucho, dispuesta para impresio-nar a los aficionados y, de ser posible, al contrincante. En esa puesta en escena, Saúl Canelo Álvarez ya es un actor consumado. Ayer en Las Vegas acudió con esa mezcla de parquedad y arrogancia que se les permite a las estrellas. Al adversario, Jemell Charlo, le tocó el pa-pel del joven que busca su oportunidad para brillar.

Ambos dominan sus divisiones, han ganado los cuatro cinturones que los acredita como campeones indiscutidos. Cada uno tiene las cuatro fajas (CMB, OMB, AMB y FIB), Álvarez en supermediano y Charlo dos categorías abajo, en superwélter. El estadunidense tuvo que subir hasta el rango que domina el mexicano, una apuesta que no deja de ser polémica.

Ambos posaron con su colección de cintos; son tantos que se nota lo complicado que resulta posar con dos fajas en cada antebrazo. Eso pesa el éxito en el boxeo.

La condición de ser campeones indiscutidos y que por primera vez en la historia hay un choque con esta peculiaridad, le bas-ta a Charlo para afirmar que el sábado cuan-do peleen ya no tienen nada que demostrar a la gente. Ya lo han ganado todo, concluye.

Álvarez no deja pasar la oportunidad y como histrión experto ante su público, aprovecha las palabras de su oponente para lucir.

Estoy de acuerdo con Charlo, el sábado no tenemos que demostrar nada ante la gente, porque am-bos somos los campeones indiscutidos de nuestras divisiones, comenta el tapatío; sólo le aclaro que al único que tengo demostrarle algo es a él. Jermell nunca ha creído en mis habilidades, pero le voy a enseñar que soy mejor y por eso quien está en la cima soy yo.

Charlo hace a un lado la cortesía y cae en el juego. No deja de reconocer el lugar que tiene el Canelo. Pero insiste en la idea de que empieza una nueva era en el boxeo y que ese momento es el suyo, no del mexicano.

Saúl ya ha hizo todo lo que se podía hacer en el boxeo, es el tipo de peleador que no puedes pasar por alto, pero soy un guerrero y este es mi momento, suelta Charlo.

Canelo ha enfrentado a muchos grandes peleadores, sin embargo ahora yo pongo sobre la mesa al-go que nunca antes ha visto. No ha peleado con un boxeador de mi calibre”, agrega.

Sin convencer

Las peleas más recientes del tapatío están lejos de ser su repertorio más depurado. Han sido combates que termina con dificultad, respirando de manera atropellada y recibiendo más golpes de los que lanza. No ha sido del todo convincente. En su equipo argumentan que las lesiones en la mano y algunos otros imprevistos no le han permitido desdoblarse en ese peleador fuera de serie que venden en cada temporada.

Me he rehabilitado de mi mano por completo, afirma Canelo; ya estoy en mi mejor forma. También he entrenado sin contratiempos como hace mucho no lo hacía.

Álvarez trata de explicar en qué radica su esencia, qué lo hace distinto. Aunque busca en su vocabulario cada vez más amplio del idioma inglés, no encuentra los adjetivos para definirse.

Es diferente estar ante mí. No es lo mismo que contra cualquier otro boxeador. No sé cómo decirlo, se trata de un sentimiento distinto, eso es lo que descubrirá Charlo el próximo sábado.

El estadunidense no tarda en lanzar una analogía para amenazar al tapatío y le dice que tenga cuidado, porque estará ante un león.

–No sé en qué clase de fiera debo convertirme el sábado –responde Canelo con malicia–, pero tengan por seguro que seré ese animal.

Mientras llega el día, Ignacio Beristáin, veterano entrenador integrante del Salón de la Fama, evita hacer declaraciones sobre el tema. Hace tiempo que elude todo lo que tiene que ver con Canelo y ni siquiera ve sus peleas. El boxeo para este maestro veracruzano se mueve por otros derroteros.

“Lo único que diré es que es un insulto lo que están haciendo en la carrera del Canelo con todo lo relacionado al peso de los rivales. Negociar cláusulas para tener ventajas. Enfrentar a rivales de categorías más chicas. Les ofrecen muchos millones de dólares y los engatusan de tal modo que son capaces de pelear en divisiones donde no tienen ninguna posibilidad”, remata contundente.