Política
Ver día anteriorMartes 26 de septiembre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Es imposible llevar ayuda a las comunidades afectadas

La violencia en Chiapas escaló tras un asesinato cometido en 2021 por el CJNG

La disputa es por rutas en todo el estado, dicen religiosos entrevistados

Foto
▲ Elementos de la Sedena, GN y de Seguridad y Protección Ciudadana estatal se desplazan de Comitán hacia Frontera Comalapa durante un operativo de seguridad en Chiapas.Foto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Martes 26 de septiembre de 2023, p. 7

San Cristóbal De Las Casas, Chis., La Jornada conversó con fuentes autorizadas de la diócesis de San Cristóbal y con organizaciones civiles atentas a lo que sucede en el presente violento en la entidad. Sus miradas son similares, y más lo son sus conclusiones. Lo mismo ocurre con el posicionamiento de la diócesis de Tapachula dado a conocer la noche del domingo. En ambas circunscripciones eclesiásticas, equivalentes a la mitad de Chiapas, numerosas comunidades y parroquias se encuentran bajo el asedio del crimen organizado, en permanente peligro de un fuego cruzado entre gente del cártel de Sinaloa (CS) y el Jalisco Nueva Generación (CJNG).

La frontera diocesana hacia los lindes con Guatemala llega a Chicomuselo y Comalapa, donde la presencia de grupos delincuenciales ha evolucionado a una situación crítica. La violencia contra la población es una constante. La tienen aislada, hambreada, amenazada. Y resulta imposible llevarles ayuda. En otro extremo fronterizo de la diócesis, en el municipio de Ocosingo, la comunidad lacandona sufre el embate del crimen organizado. Y también Los Altos, en la región tsotsil, donde convergen crimen organizado, paramilitares y autodefensas.

Los religiosos entrevistados la tarde de ayer apuntan que la cascada de violencia y acoso se desató un día preciso, el 7 de julio de 2021, cuando fue asesinado en Tuxtla Gutiérrez Gilberto Rivera El Junior, hijo del jefe de plaza del CS, El Tío Gil. La ejecución fue reivindicada por el CJNG. Ese mismo día se activan los civiles armados en Pantelhó y se echa a andar la crisis en Chamic y Comalapa, añaden. Como si estuvieran coordinados. En las semanas y meses siguientes los cárteles agudizaron la disputa de las rutas de la frontera y la sierra, con creciente costo social. Llegaron a La Grandeza y Teopisca, dejando un rastro de violencia y miedo.

Hace un par de meses fue baleado el transbordador Chalán, transporte fluvial importante para unir la sierra y el centro de Chiapas, entre Chicomuselo y La Concordia. Desde entonces no navega, lo cual incrementa el estado de sitio de muchas comunidades de la sierra, que no pueden sacar sus productos ni introducir mercancías y alimentos.

Poco antes, el 23 de mayo, se dio un enfrentamiento entre los cárteles en Lajerío (Nueva Libertad), municipio Frontera Comalapa. Diez horas de balazos y granadas que aterrorizaron a la población y causaron la muerte de un chico de 15 años. Muchas familias de allí y la vecina Candelaria huyeron al monte. Después, los delincuentes se replegaron y una semana después el Ejército y la Guardia Nacional llegaron a Comalapa, donde ahora ya no están.

Ayer se anunció la salida desde Comitán de un convoy de las fuerzas armadas hacia Comalapa, para restablecer el libre tránsito y permitir la reinstalación de la energía y las comunicaciones por trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad. Lo que no queda claro es dónde fueron derribadas las torres de luz por los criminales y si lograrán llegar a ellas, pues el apagón llega hasta Siltepec, Chicomuselo, Mazapa, Amatenango de la Frontera y Motozintla. Anoche se supo que el convoy se apostó en Ciudad Cuauhtémoc, para proteger el cruce fronterizo, y no se dirigió a Comalapa.

“Los jóvenes se han ido o no salen de sus casas. A muchos se los han llevado los delincuentes. La situación es peor desde que llegó el CJNG. Son más intolerantes y violentos contra la población”, prosiguen los religiosos. Se han vuelto proverbiales los tablazos con que castigan a quienes se resisten a obedecerles.

La disputa es por todo el estado, las rutas centro, frontera, Pacífico y selva, apuntan los entrevistados de la diócesis. Otra región afectada y semiaislada es Ocosingo, con bloqueos totales en Oxchuc y Altamirano; las causas son disputas electorales, pero al menos en el segundo caso se sospecha la participación de grupos criminales. Según la prensa local, en Ocosingo han bajado las ventas hasta en 90 por ciento (Diario de Chiapas, 25/9/23).

Hemos hecho acercamientos puntuales al gobierno estatal, declaran los voceros eclesiales entrevistados, pero seguimos sin ver su respuesta. Además, prevén un efecto electoral que podría generalizar “la narcopolítica ya existente en Chiapas”.

En tanto, en un nuevo y desafiante video, el convoy armado del CS que liberó Chamic hace unos días proclamó encontrarse en La Grandeza, en la sierra, camino a Comalapa, para recuperarla de manos de sus rivales. Ayer mismo fue ejecutado el conductor de un Camaro rojo en el kilómetro 70 de la carretera Arriaga-Coita en el centro del estado. Se trataba de un agente ministerial de la Fiscalía General de la República en Villaflores. En dicho municipio fueron baleadas instalaciones policiacas. La diócesis de San Cristóbal reportó, sin lograr confirmarlo, que en la salida de esta ciudad hacia Tuxtla Gutiérrez un autobús habría sido baleado. Tanto la policía como los religiosos recomiendan no salir.

Frontera en vilo

La vida normal, el movimiento humano, se detienen en Comitán y La Trinitaria. De ahí hacia la frontera de Ciudad Cuauhtémoc-La Mesilla esto se suspende. De vez en cuando un taxi. El transporte público es casi inexistente. Una familia entera caminaba ayer hacia Comitán desde el municipio de Frontera Comalapa. Tampoco pasan los habituales tráileres, sólo muy ocasionales camiones con carga procedente de La Mesilla. Diez días sin gasolina, y ahora sin corriente eléctrica ni señal telefónica acentúan el encierro de la población.

La central de abasto de Frontera Comalapa mantiene cerradas sus rejas y el interior vacío. El comercio, salvo excepciones, tiene bajadas las cortinas y en la única gasolinera con combustible hay dos largas colas de coches y motocicletas. La calle principal se encuentra bloqueada por zanjas, montones de tierra y la maquinaria pesada que levantó el pavimento. Eso dificulta atravesar la localidad, convertida en una suerte de laberinto para los vehículos.

El hombre que atiende la mal abastecida tienda de conveniencia en otra gasolinera de Pemex, cerrada, en las afueras de la cabecera municipal, nos dijo que ayer se esperaba gasolina. No se mostraba muy seguro.