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Las medusas pueden aprender de experiencias como los humanos, pese a no tener cerebro central

Estímulos visuales y mecánicos intervienen en ese proceso, dice estudio

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▲ La especie de caja del Caribe puede asociar una señal visual particular con una sensación de golpe.Foto Jan Bielecki
 
Periódico La Jornada
Martes 26 de septiembre de 2023, p. 6

Madrid. Las medusas pueden aprender de experiencias pasadas como los humanos, los ratones y las moscas, incluso sin contar con un cerebro central, primicia publicada en la revista Current Biology.

Los autores de la investigación entrenaron a cubomedusas –animales de forma cúbica– del Caribe (Tripedalia cystophora) para que aprendieran a detectar y esquivar obstáculos. El estudio cuestiona la idea de que el aprendizaje avanzado requiere un cerebro centralizado y arroja luz sobre las raíces evolutivas del aprendizaje y la memoria.

Estas aparentemente sencillas medusas, del tamaño de una uña, poseen un complejo sistema visual con 24 ojos incrustados en su cuerpo acampanado. Viven en manglares y utilizan su visión para navegar por aguas turbias y sortear las raíces de los árboles para atrapar a sus presas.

Conexiones mentales

Los científicos demostraron que las jaleas podían adquirir la capacidad de evitar obstáculos mediante el aprendizaje asociativo, un proceso por el que los organismos forman conexiones mentales entre estímulos sensoriales y comportamientos.

El aprendizaje es el rendimiento máximo de los sistemas nerviosos. Para enseñar con éxito un nuevo truco a las medusas, lo mejor es aprovechar sus comportamientos naturales, algo que tenga sentido para el animal, de modo que alcance todo su potencial, afirma Jan Bielecki, autor principal del trabajo e integrante de la Universidad de Kiel, en Alemania.

El equipo vistió un tanque redondo con rayas grises y blancas para simular el hábitat natural de la medusa, con las primeras imitó las raíces de los manglares que parecerían lejanas. Observaron a la medusa en el tanque durante 7 minutos con cinco segundos.

Al principio, la medusa nadaba cerca de estas rayas aparentemente lejanas y chocaba con ellas con frecuencia; pero al final del experimento, aumentó su distancia media a la pared alrededor de 50 por ciento, cuadruplicó el número de giros con éxito para evitar la colisión y redujo su contacto con la pared a la mitad. Los resultados sugieren que las medusas pueden aprender de la experiencia mediante estímulos visuales y mecánicos.

Observación de sistemas nerviosos sencillos

Si se quieren entender estructuras complejas, siempre es bueno empezar por lo más sencillo posible. Observando estos sistemas nerviosos relativamente sencillos de las medusas, tenemos muchas más posibilidades de entender todos los detalles y cómo se unen para realizar comportamientos, comenta Anders Garm, autor principal del estudio y profesor de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca.

A continuación, los investigadores trataron de identificar el proceso subyacente del aprendizaje asociativo de las medusas aislando los centros sensoriales visuales del animal, denominados rhopalia. Cada una de estas estructuras alberga seis ojos y genera señales de marcapasos que rigen el movimiento pulsátil del animal, cuya frecuencia aumenta cuando se desvía de los obstáculos.

El equipo tiene previsto profundizar en las interacciones celulares del sistema nervioso de las medusas para desentrañar la formación de la memoria.