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Crisis migratoria
El alambre de púas no frena cruces hacia Eagle Pass
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▲ Campamento de migrantes en la plaza de la Soledad, alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.Foto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Domingo 24 de septiembre de 2023, p. 4

Eagle Pass. Después de semanas de recorrer peligrosas rutas, cientos de venezolanos vivieron momentos agridulces este sábado al llegar a Eagle Pass, en la frontera de Estados Unidos con México, y encontrarse con un tupido enjambre de militares armados y alambre de púas.

¿Estamos seguros?, preguntó la venezolana Karlen Ramírez, quien lloraba luego de haber cruzado el río Bravo y haberse abierto camino entre el alambre junto a cientos de compatriotas que huyen de su país, inmerso desde hace años en una crisis económica, social y política.

Esta ciudad de Texas, con casi 30 mil habitantes, ha sido puerta de entrada para miles de indocumentados que llegan a Estados Unidos en busca de una oportunidad.

Junto a un campo de golf que se extiende por debajo de uno de los puentes que conectan a ambos países, autoridades locales colocaron rollos de alambres de púas, el último obstáculo en la travesía hacia el sueño americano.

Todos somos venezolanos, indicó Jesús Ramírez, quien desplegó una pequeña bandera tricolor de su país. Todos nos vamos, todos menos uno, el que tendría que irse, en referencia al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Durante el día, un convoy militar llegó para reforzar con personal y más alambre los huecos que los migrantes han abierto.

Retazos de ropa cuelgan de las púas, imagen que ilustra la determinación de los indocumentados. El alambre no los frena, pues excavan agujeros para pasar por debajo o hacen huecos para cruzar con cuidado ante la mirada de militares.

Por la tarde, otro grupo menos numeroso dijo haber sido maltratado por algunos de los efectivos. No nos dejaron pasar y nos hicieron caminar y caminar, señaló José Ruiz, otro venezolano de 29 años, que dice haber recorrido junto a su esposa casi 2 kilómetros a la vera del río con el termómetro en 40 grados Centígrados.

Les pedimos agua, y no nos dieron, se la tomaban frente a nosotros, relató su esposa, Katiuska Rodríguez. Pero ya no importa, ya estamos aquí. Lo que queremos es una oportunidad para poder trabajar, agregó.

Punto de quiebre

El Paso, Texas, está en un punto de quiebre, con más de 2 mil personas al día que solicitan asilo, lo cual supera la capacidad de los refugios, dijo ayer su alcalde.

La ciudad sólo dispone de un número limitado de recursos y hemos llegado (...) a un punto de quiebre, declaró Oscar Leeser.

La avalancha de solicitantes de asilo, en su mayoría venezolanos, es parte de una oleada mayor de migrantes que viajaron por rutas peligrosas en autobuses y trenes de carga hacia urbes fronterizas mexicanas cerca de San Diego, California, y las ciudades texanas de Eagle Pass y El Paso.

Con las tensiones al alza en Texas, Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, se reunió con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en la también fronteriza ciudad de McAllen, para discutir sobre cooperación binacional en este tema.

Además, Castro visitó a hondureños que permanecen en albergues. No podemos desconocer que esta es una crisis humanitaria y que se requiere de un gran esfuerzo de parte de todos para garantizar la seguridad, la libertad, la atención con dignidad y respeto a los derechos, afirmó en un video.

Desde octubre del año pasado, las autoridades estadunidenses interceptaron a 2.2 millones de migrantes en su frontera sur.

El número había caído en los últimos meses y el reciente aumento ha generado nuevos ataques políticos contra el presidente Joe Biden, de cara a las elecciones de 2024.