Ante senadores de Morena y sus aliados, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, explicó ayer que el proyecto de presupuesto para 2024 sienta las bases para una transición ordenada y contempla objetivos de bienestar ambiciosos, pero asequibles, así como niveles de inversión pública en infraestructura que no se tenían en más de 10 años y un gasto social que seguirá contribuyendo a reducir la pobreza.

Anticipó que la economía mexicana alcanzará el crecimiento de 3 por ciento planteado para este año, y el siguiente será elevado por la llegada de inversiones privadas relacionadas con la relocalización de empresas.

Por lo que hace a la deuda pública, estimó que su saldo se mantendrá en alrededor del 50 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Ramírez de la O dijo que el paquete económico, que se entregará a la Cámara de Diputados el 8 de septiembre, se presenta en un entorno de estabilidad macroeconómica, finanzas públicas sanas y dinamismo en la actividad nacional.

El funcionario apuntó que la actividad económica nacional se ha mantenido fuerte, con un crecimiento de 3.6 por ciento en el primer semestre del año, por lo que si este fuera de cero en los próximos meses, el aumento para todo el año sería de 2.8 por ciento.

Destacó que hay tres elementos claves para explicar el dinamismo económico, el primero es la fortaleza del mercado laboral dada la mejora en las condiciones económicas de los trabajadores, y el gasto en inversión y el dirigido a la protección social.

En la vieja casona de Xicoténcatl, el secretario de Hacienda señaló que en 2024, el gobierno de México seguirá privilegiando el gasto que incide en forma directa en el bienestar de los hogares. Este alcanzará niveles sin precedente en el PIB, pues la evidencia de los últimos años es que los apoyos sociales puestos en marcha por el gobierno son la mejor manera de combatir la pobreza.

Rogelio Ramírez de la O hizo un balance de la situación económica mundial. Dijo que la expectativa de la recesión no se materializó, de manera que para el siguiente año, las proyecciones no consideran la presencia de ese fenómeno en Estados Unidos, pero sí una desaceleración y un ligero aumento del desempleo debido a un menor estímulo fiscal.