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Grupos de ultraderecha reviven la añeja disputa ideológica por la educación, advierten profesores
 
Periódico La Jornada
Lunes 28 de agosto de 2023, p. 4

Los nuevos libros de texto gratuitos, que fueron dados a conocer en medio de una efervescencia política y electoral y a menos de un año de que concluya el sexenio, son ahora motivo de una redición de la vieja disputa ideológica por la educación, con la participación de los grupos más rancios de la ultraderecha y de quienes hicieron de su elaboración un negocio, advierten maestros, directores, investigadores y especialistas.

La polémica sobre los libros incluye desde su concepción y elaboración hasta su posible ilegalidad, como señalan maestros disidentes, ante el creciente número de amparos interpuestos en semanas recientes por organizaciones civiles ultracatólicas y pro vida, como la Unión Nacional de Padres de Familia y el Frente Nacional por la Familia, y las controversias constitucionales de al menos dos entidades, Chihuahua y Coahuila, gobernadas por la oposición.

En las escuelas, sin embargo, la discusión es otra. Allá ellos con sus amparos, porque acá nos quedamos nosotros con nuestras comunidades escolares, afirma el maestro Hugo, profesor de grupo en una primaria de Naucalpan.

Ningún libro de texto puede parar un ciclo escolar. Creer eso es una falta de respeto al alumno y al docente. Con o sin material educativo vamos a iniciar las clases, aunque las primeras semanas son para el diagnóstico de nuestros alumnos y sus familias. De cuánto saben y qué necesitan. Y eso no viene en ningún libro, expone.

Francisco Bravo y Pedro Hernández, con larga experiencia como docentes y directores de escuelas primarias, reconocen el valor fundamental de los libros de texto gratuitos como un derecho de la niñez, una conquista social y un símbolo de la escuela pública en México.

Su peso como herramienta educativa es enorme, pero no es una varita mágica ni esta nueva familia de libros es perfecta. Todo material educativo se puede mejorar, la clave es el docente. Su revisión crítica y su apropiación como un apoyo, entre muchos otros, para ir construyendo el conocimiento, afirma Bravo.

A prueba en las aulas

Hernández subraya que, ante la polémica por su contenido, será en las comunidades escolares donde se pongan a prueba, y no en las hogueras. Indica que ante el embate contra los materiales educativos, el gobierno federal debería reconocer que sus mejores aliados somos el magisterio disidente que impulsó, muchos años antes, estas transformaciones.

Con 152 millones de ejemplares para el ciclo escolar 2023-2024, los libros de texto gratuitos representan la mayor apuesta editorial del Estado mexicano, con una inversión cercana a 4 mil millones de pesos. Su destino, además de las aulas adonde acuden 24.4 millones de alumnos de educación básica en todo el país, son también sus hogares, pues en muchos casos son los únicos libros a los que puede acceder la familia.

Óscar Cortés, profesor-investigador de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, enfatiza que caer en la censura jurídica por amparos y controversias constitucionales no sólo es violentar el derecho a la educación consagrado en el artículo tercero constitucional, sino también se violenta el derecho a la lectura del niño y el adolescente, pues al hacer del libro de texto algo prohibido, no pueden participar de su proceso de revisión crítica y de resignificación.

Tanalís Padilla, profesora-investigadora de historia en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, destaca que la pugna desde los grupos de derecha no es realmente sobre los libros. En realidad son un instrumento para ganar terreno entre ciertos sectores de la población, a fin de frenar cualquier avance, por mínimo que sea, hacia ideas más progresistas.

Recordó que hace 64 años, cuando surge el libro de texto gratuito, durante la presidencia de Adolfo López Mateos, encontramos estos argumentos no sólo falsos, sino risibles y ridículos que buscan demonizar el libro de texto con el fantasma comunista, y en particular tras el triunfo de la revolución cubana. Y ahora ocurre igual. Se presentan argumentos ridículos del virus comunista, en los que poco importa la evidencia, lo que se busca es generar histeria.

Teresita Garduño, pedagoga y directora de la Escuela Activa Paidós, alerta que en México aún hay grupos muy conservadores y atrasados en sus concepciones pedagógicas y educativas, que en todo ven un peligro.

El riesgo de que millones de niños y adolescentes no reciban este lunes sus libros de texto será una experiencia lamentable. El mensaje que les mandamos es que hay que evitar materiales educativos porque pueden ser peligrosos. Es un pensamiento que genera una profunda desconfianza entre profesores y niños, advierte.