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Prefiero la risa de la gente; sin pastelazo y sin mucha farsa: Norma Lazareno

Actualmente participa en la obra Soy hermana de la caridad

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▲ Norma Lazareno durante la presentación de la obra Caperucita ¡Qué onda con tu abuelita!, en el teatro Silvia Pinal, en 2022.Foto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Viernes 18 de agosto de 2023, p. 8

Hablar de Norma Lazareno es hacerlo desde su fortaleza, del amor y pasión por su carrera, de su congruencia y valor frente a la vida, así como de la disciplina mediante la cual ha consolidado 60 años de trayectoria artística en cine, televisión y teatro.

Jamás me he arrepentido de haber elegido esta carrera, si volviera a nacer lo volvería hacer exactamente igual, expresó la primera actriz en entrevista con La Jornada. Cada vez que se abre un libreto, significa conocer a una nueva persona; leerlo te sorprende, uno se divierte en los ensayos y después, eso hay que transmitirlo al público, destacó.

El 5 noviembre próximo, la primera actriz celebrará 80 años de edad, pero los recibirá trabajando en teatro y en programas de televisión. Ahora interviene en las obras de comedia Soy hermana de la caridad y Los huevos de mi madre, donde la intención –comentó– es divertir. Aunque ha encarnado personajes en diversos géneros y formatos ahora prefiero divertir al público con la comedia .

Soy hermana de la caridad, de Rodolfo Rodríguez, dirigida por Óscar Rubí, es una obra divertida donde Lazareno comparte escenario con Maribel Fernández La Pelangocha, Alejandra Haydee y Samuel Zarazúa. El montaje inició corta temporada ayer en el teatro Rafael Solana del Centro Veracruzano.

La actriz contó: Esperanza es una monjita del convento de San Tolomeo que llega de visita a casa de su hermana Vanessa, que vive con su novio Rodolfo. Pidió permiso unos días porque quiere conocer lugares como Cancún o Acapulco, pero entre su gente querida está su hermana menor, a quien la última vez que vio, vendía artículos para caballero por catálogo. Pero resulta que Vanessa trabaja ahora de teibolera, lo cual la religiosa desconocía, y al llegar de sorpresa, su cuñado, piensa que sabe sobre la actividad de su hermana y ahí comienzan los diálogos chuscos.

Sigue la confusión y los enredos cuando llega también de visita Olimpia, compañera de trabajo de Vanessa . Esta es una comedia, sin afán de mandar un mensaje social o de reflexiones profundas; realmente es una obra ligera, de enredos, para divertir, y esa es su misión, puntualizó Lazareno.

Explicó: llevo cuatro años haciendo teatro, además de televisión, y me ha tocado en suerte hacer comedias, pero encontré un nuevo proyecto en mi vida artística al oír la risa del público; he hecho de todo tipo de teatro, pero ahora estoy encanchada en hacer que la gente se entretenga. Tampoco puedo decir que no volveré a hacer otro género, pero si me dan a elegir una obra con mensaje social, que muestre la realidad tan terrible que vivimos en México y Latinoamérica, mejor prefiero divertir a la gente, pero en buen plan, sin el pastelazo y sin mucha farsa.

La actriz durante tres años participó en la obra Maduras, solteras y desesperadas y desde hace un año se presenta, cada miércoles, en el teatro Jorge Negrete con la comedia musical Los huevos de mi madre. Con música en vivo, se recrea la trama, en la cual un hijo de 42 años es consentido por su mamá quien le prepara un guiso que le fascina a base de huevos.

Lazareno recibió recientemente la Diosa de Plata, otorgado por los Periodistas Cinematográficos de México, por trayectoria, el cual recibió con orgullo en un homenaje: Tengo el buen sabor de una noche inolvidable, aseguró.

Cada reconocimiento, subrayó, te confirma lo que sientes cuando inicias una carrera, que es tu verdadera vocación; además te corrobora que no te equivocaste y en mi caso, como mujer, no salí de un concurso de belleza, ni fui modelo. Desde niña, a los 12 años, ya estudiaba actuación en la Academia de Andrés Soler y era de la generación de Kitty de Hoyos, Jacqueline Andere y Ana Martín; en esa época estudiaba al mismo tiempo primero de secundaria, así como el primer año de actuación en la sección juvenil, de la academia donde era director el mismo Soler.

Recordó: “en mi primera película, Maldita ciudad, de Ismael Rodríguez, a los 14 años, hice un personaje interesante, pero pequeño y, cuando llegó Hasta el viento tiene miedo, ya tenía 17; siempre tuve cerca a mi mamá, quien me acompañaba, y ahí también estaba Begoña Palacios que también fue mi compañera. Se hizo una especie de clan de mamás, porque éramos menores de edad y nos esperaban a que termináramos las escenas, pero si había lobos se daban cuenta que no estábamos solas”.

Además mi vocación no es espontánea, porque mi padre, Paco Lazareno, fue cantante de ópera, así que sabía perfectamente lo que era estar en un escenario y veía sus ensayos en Bellas Artes; ya traía la genética, pero mi madre Paquita siempre fue ama de casa.

Sus comadres en la vida real, contó Lazareno, son Susana Alexander y Jacqueline Andere. Ambas fueron madrinas de su hija Paulina Ferrer, quien falleció a los 19 años de edad, lo cual ha sido el dolor y la tragedia más fuerte que ha tenido en su vida. Agregó: el padrino de bautizo de mi Pau, fue Héctor Bonilla quien ya también nos abandonó; he estado rodeada de gente valiosa; soy amiga de la inigualable Silvia Pinal y lo fui de la queridísima Carmen Salinas, a quien extraño con todo mi corazón.

Norma Lazareno llega saludable y trabajando, a los 80 años de edad, haciendo lo que amo; siempre digo que como trabajo en lo que me gusta, nunca he chambeado, pues siempre he hecho lo que he querido hacer; mi única gran tragedia fue lo de mi hija; ya son más de 26 años que se fue mi niña, pero aunque la extraño físicamente, su esencia y espíritu están conmigo.