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La confrontación escala al terreno de las balas

Milicianos de Wagner denuncian emboscada de un soldado ruso

Moscú se dice dispuesto al diálogo sobre el control de armas nucleares

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▲ En imagen tomada de video, un soldado ucranio hace un gesto que sugiere que no se hará ningún anuncio formal respecto de la anunciada contraofensiva sobre Rusia. El texto en pantalla del video dice: Los planes aman el silencio. No habrá ningún anuncio del inicio.Foto Ap/Ministerio de Defensa de Ucrania
 
Periódico La Jornada
Martes 6 de junio de 2023, p. 23

Tras caer en una emboscada, los mercenarios del grupo Wagner entraron en combate con sus agresores y mostraron al jefe de éstos como prisionero de guerra durante un interrogatorio transmitido por Internet el domingo, donde el sujeto, cabizbajo, se identifica y reconoce que estuvo mal haber dado la orden de abrir fuego.

El suceso ocurrió hace días y el individuo que responde las preguntas admitió ser el teniente coronel del ejército ruso, Roman Venevitin, comandante de la brigada motorizada 72 y dijo que ordenó disparar contra sus compañeros de armas, en teoría, porque –así lo dijo– había bebido de más y le caen mal los mercenarios del grupo Wagner.

El ministerio ruso de Defensa eludió ayer cualquier comentario acerca de este escándalo que confirma lo que se veía venir: el abierto enfrentamiento verbal entre el dueño de los Wagner y la cúpula del ejército ruso ya se trasladó al terreno de las balaceras con fuego amigo.

Y por si fuera poco, una de las partes implicadas, lo ventila públicamente en humillación de la otra, sin que las autoridades se den por enteradas de que tienen un problema serio y, por tanto, ni lo desmienten ni toman partida por nadie de sus combatientes enfrentados.

En ese contexto, se sigue discutiendo si los ataques que Moscú asevera haber rechazado el domingo en cinco direcciones de la región de Donietsk –y que continuaron ayer con nuevos bombardeos, ahora en la región de Belgorod– muestra el fiasco del comienzo de la multianunciada ofensiva ucrania, como concluyen unos, o se trata sólo de golpes repentinos para medir la capacidad rusa de defensa en un lugar dado, en busca de los sitios peor fortificados, en la lectura que hacen otros.

Lo mismo pasa con la recurrente afirmación del general Igor Konashenkov, vocero oficial de la dependencia castrense rusa, de que el ejército ruso repele con éxito todos los intentos de incursión desde Ucrania en las regiones fronterizas, aunque horas más tarde, aparecen videos de combates en suelo ruso y hasta militares rusos detenidos, sobre todo en Belgorod, por los grupos que se dicen de ciudadanos rusos que se oponen al Kremlin.

En tanto, peleado con el empresario Yevgueni Prigozhin, dueño del grupo Wagner, por lavar la ropa sucia fuera de casa, el gobernante checheno, Ramzan Kadyrov, afirma estar listo para enviar 70 mil combatientes para aniquilar a los terroristas en la región de Belgorod. Prigozhin, su antiguo aliado, también sostiene que sólo necesita la orden del Kremlin para mandar a sus hombres ahí y el tercero en discordia, el ejército ruso, revierte que no necesita la ayuda de nadie y envía a reclutas sin experiencia a proteger la frontera.

Positiva declaración del asesor Jake Sullivan

Hasta ayer reaccionó el Kremlin a lo dicho tres días antes por el principal asesor de política exterior de la Casa Blanca, Jake Sullivan, respecto de que Estados Unidos está listo para dialogar con Rusia sin condiciones sobre un futuro control de armas nucleares.

No nos conviene embarcar a nuestros países en una competencia de fuerzas nucleares estratégicas, declaró Sullivan, y reflexionó que, en lugar de esperar a resolver todas nuestras diferencias de orden bilateral, Estados Unidos tratará de atraer a Rusia hacia proyectos que permitan gestionar riesgos nucleares y desarrollar un acuerdo posterior a 2026.

Peskov calificó así esas palabras: Sullivan hizo una declaración importante y positiva. Por supuesto, esperamos que se reafirme en la práctica con pasos a través de los canales diplomáticos. Después ya podremos estudiar los formatos de diálogo propuestos.

De acuerdo con el vocero de la presidencia rusa, Moscú continúa abierto al diálogo y considera de extrema importancia las declaraciones de Sullivan, pero es necesario saber en qué consiste la propuesta de Washington.

El pacto de los cereales, en vilo

Rusia sigue descontenta con el cumplimiento de la iniciativa del mar Negro, que con la mediación de Turquía y de Naciones Unidas, permite desde julio del año pasado exportar los cereales ucranios desde puertos de ese mar, a cambio de facilitar la venta de fertilizantes y productos agropecuarios rusos.

Éstos, si bien no figuran en la lista de sanciones occidentales, enfrentan numerosos escollos logísticos (negativa de seguros y reaseguros de cargas procedentes de Rusia; prohibición para embarcaciones rusas de entrar en puertos; etcétera), lo que en opinión de Rusia pone en entredicho la conveniencia de prorrogar el acuerdo.

Por este motivo, el viernes de esta semana Rusia y Naciones Unidas se reunirán en Ginebra para debatir las condiciones para salvar este llamado pacto de los cereales que beneficia a los países más pobres y que padecen hambre en el mundo.

¿Es posible ampliar el acuerdo?, preguntó ayer la agencia oficial TASS al vicecanciller ruso, Serguei Vershinin, a cargo de las negociaciones. No vemos perspectivas, pero seguimos, por supuesto, dialogando con Naciones Unidas para suprimir los requisitos que quiere imponer Kiev a la venta de fertilizantes rusos, sobre todo de amoniaco, lo que lamentablemente ha llevado ya la situación a un punto muerto, señaló.

Los acuerdos suscritos en Estambul deben cumplirse en su totalidad, sin perjuicios hacia ninguna de la partes, consideró Vershinin.

En otro orden, la parte superior de la central hidroeléctrica de Kajovka –cercana a la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa– fue destruida por los bombardeos, informó a Sputnik el alcalde de la ciudad, Vladimir Leóntiev, al cierre de esta edición.