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El INAH rendirá un homenaje póstumo a Rubén Cabrera, aseveró Diego Prieto
 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de mayo de 2023, p. 3

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por conducto de su director, Diego Prieto, anunció ayer a La Jornada que realizará un homenaje póstumo al arqueólogo Rubén Cabrera Castro, fallecido este sábado a los 89 años.

En vida, le rendimos un merecido homenaje apenas en diciembre pasado; ahora que lo vamos a extrañar lo haremos también. No me cabe duda de que en el simposio Román Piña Chan, que se hace cada año en la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia, destacaremos el reconocimiento a Rubén Cabrera.

En entrevista, Diego Prieto lamentó el deceso del arqueólogo e investigador emérito del INAH, a quien consideró un personaje emblemático, y de quien reconoció el estudio y la defensa del patrimonio arqueológico de la antigua ciudad de Teotihuacan como su principal legado.

Fue, además, un gran y muy querido profesor de muchas generaciones. Recuperaremos su obra, su trayectoria y su ejemplo de académico comprometido con el cuidado, la defensa, la recuperación y el estudio de nuestro valioso patrimonio arqueológico, agregó Prieto.

La noticia del deceso fue tomada con pesar entre la comunidad de arqueólogos y antropólogos del país. Eduardo Matos Moctezuma, quien conoció a Cabrera cuando ingresó a la Escuela Nacional de Antropología e Historia, expresó que su muerte es una enorme pérdida para la arqueología mexicana y en particular para Teotihuacan.

Matos Moctezuma evocó su amistad con Cabrera, a quien invitó al Proyecto de Teotihuacan en 1992, porque era un destacado arqueólogo, un conocedor de esa cultura, que tomó la decisión de irse a vivir a esa zona donde posteriormente coordinó los trabajos de La Ventilla, que brindó información valiosa para entender qué es Teotihuacan.

También recordó el homenaje que se rindió el año pasado al maestro Cabrera en el Museo Nacional de Antropología, donde expresó: Rubén, muchas gracias por tu presencia en la arqueología mexicana.

Pendiente, la continuación de su labor

Rogelio Rivero, director de la zona de Teotihuacan, calificó el deceso como una pérdida muy sensible para el gremio de la antropología en México y para todos los que lo conocimos en la región mexiquense.

Resaltó que Cabrera se mantenía completamente activo, pese a ciertas limitaciones por cuestiones de salud: Tenía a su cargo dos proyectos en La Ventilla, que ahora debemos ver qué va a pasar con ellos junto con la Coordinadora de Arqueología. Uno es la investigación como tal del sitio, y el otro, el registro y la catalogación de las piezas que encontró durante muchos años ahí; digamos que es trabajo de gabinete, que también llevaba a cabo.

Indicó que luego de investigar durante más de 30 años el sistema de barrios de la antigua ciudad de Teotihuacan, sus aportes son muchísimos para la comprensión de los sistemas urbano y doméstico de esa urbe, de la que es referente.

El director del Proyecto Templo Mayor, Leonardo López Luján, calificó de enorme pérdida la muerte del maestro Cabrera, porque no sólo era el decano de todos los arqueólogos que trabajaron en Teotihuacan, sino una figura que revolucionó el conocimiento acerca de esa ciudad y civilización.

Un poco en son de broma, los arqueólogos decimos que la historia teotihuacana tiene dos periodos: aC y dC, que no significan antes y después de Cristo, sino antes y después de Cabrera. Sin duda, dejó muy profunda una huella en nuestra comunidad, y todos le debemos mucho por ser no sólo un gran investigador, sino una persona muy generosa.

Destacó que sus estudios sobre la zona arqueológica mexiquense “ofrecen un rostro de una ciudad beligerante, de una ciudad que estaba dedicada en buena medida, no totalmente, a la guerra, a la conquista, y que también realizó –antes se negaba eso– sacrificios humanos, como todos los mesoamericanos.

Entonces, vemos un pueblo muy mesoamericano, muy humano, muy agresivo, que se dedicaba también a la cuestión de la guerra, no sólo a la religión, como se pensaba. Esa es una gran aportación. Otra es el conocimiento de Teotihuacan como urbe cosmopolita, que tuvo habitantes de todos los confines de Mesoamérica, y que vivió grandes transformaciones.

El arqueólogo Sergio Gómez Chávez consideró que por muchas razones el legado de Cabrera es inconmensurable. Sus aportes para la comprensión de la sociedad teotihuacana refieren estudios sobre la arquitectura, el urbanismo, la pintura mural, el sistema de enterramiento, la cosmovisión, la iconografía, el sistema de escritura y el calendario, entre muchas más. Ningún otro arqueólogo que ha trabajado en ese sitio mexiquense ha tenido una visión tan amplia y profunda de los más diversos aspectos.

Linda R. Manzanilla Naim, miembro de El Colegio Nacional e Investigadora Titular de la UNAM, expresó que los arqueólogos de México sentimos la partida del profesor Rubén Cabrera, quien se destacó por ser un experto en observaciones profundas sobre la arquitectura teotihuacana. Encabezó varios proyectos colectivos, particularmente el de 1980 a 1982 y el de La Ventilla (1992 a 2003), que tuvieron la virtud de culminar con libros que dan cuenta de los hallazgos. Sobre estos resultados, muchos de nosotros hemos construido nuevo conocimiento.

El historiador César Moheno expresó que podemos ubicar el trabajo más importante del investigador en Teotihuacan, pero también destacó el trabajo que realizó el arqueólogo en Guerrero y Michoacán. Cabrera subrayó la importancia de conocer la vida cotidiana de las mujeres y los hombres que habitaron y construyeron esa gran ciudad en lo que hoy es el estado de México.