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La mayoría de la mancomunidad británica recibió con desinterés la coronación
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▲ El carruaje de Kate, nuera de Carlos III, rodeado de pancartas con la leyenda No es mi reyFoto Afp
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▲ Desde un balcón del palacio de Buckingham, los reyes observan a sus simpatizantes.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de mayo de 2023, p. 3

En septiembre pasado, Ana Elena González Treviño, directora del Centro de Estudios Mexicanos UNAM-Reino Unido, consideraba que los monarcas británicos, como el ya rey Carlos III no gobernará Reino Unido, sino sólo refrendará decisiones fundamentales por tratarse de una monarquía parlamentaria. O sea, su papel podía describirse como decorativo.

Ayer, ese ornamento fue visto por los países de la llamada Mancomunidad de Naciones Británicas (British Commonwealth Nations) con apatía y falta de interés, en la mayoría de los casos debido a un pasado de opresión y colonialismo y en otros, a la intención de algunas naciones de seguir el camino definitivo a una independencia total de la monarquía.

El diario The Indian Express calificó el acto real como la fantasía de que los Windsor ya no pueden. La coronación es el relato ficticio de una ex reina que parece estar más en contacto con los sentimientos contemporáneos que una actividad que supuestamente costó alrededor de 20.5 millones de libras en momentos en que los británicos comunes hacen fila en los bancos de alimentos y renuncian a la calefacción en un intento de ahorrar.

En Kenia, el momento tampoco interesó, porque hemos sido maltratados por esos colonizadores, dijo un taxista entrevistado por un medio local. Muchos kenianos no vieron la coronación debido a la tortura durante el colonialismo.

En Jamaica, donde la noticia pasó como una más, el reverendo Sean Major-Campbell, sacerdote anglicano de la capital, Kingston, aseguró a la agencia Ap: El interés en la realeza británica ha disminuido desde que más jamaicanos se están dando cuenta de la realidad.

El año pasado, el primer ministro de ese país, Andrew Holness, dio la bienvenida al príncipe William y a la esposa de éste, Kate, durante una gira real por el Caribe, pero anunció que Jamaica tiene la intención de alcanzar la independencia total.

Fuera de Inglaterra, en Escocia se vivió el mayor desacuerdo, donde cientos de personas se reunieron en la capital, Edimburgo, para llevar a cabo una manifestación. Abajo la corona, se leyó en una de las pancartas. Los oradores incluyeron a la ministra Lorna Slater, quien dijo: Cuando se trata de la monarquía, Escocia dice que no.

Pero no todos fueron tan críticos. Algunos países de la mancomunidad que siguen el futbol británico, como Uganda y Sudáfrica, estuvieron expectantes de la coronación. En Durban, las comunidades británicas de expatriados hicieron una transmisión en vivo. Expertos vaticinan que, pese a sus fallas, la mancomunidad sigue siendo atractiva, especialmente para los países más pobres, como Gabón y Togo, que se convirtieron en los miembros más nuevos de la asociación.

También, en una pequeña isla del Pacífico sur, con bailes y cantos se festejó un acontecimiento exultante para centenares de sus habitantes que veneran como uno de sus dioses al príncipe Felipe, el fallecido padre del nuevo monarca británico, según reportó la Afp.

Ese culto es promovido por el Movimiento Príncipe Felipe, muy activo en la isla volcánica de Tanna, en el sur de Vanuatu, donde desde 1970 se le respeta, cuando el duque de Edimburgo visitó esta antigua colonia anglo-francesa llamada entonces Nuevas Hébridas.