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Lectores hicieron suyo el 15 Gran Remate de Libros

Marina Taibo, de la Brigada para Leer en Libertad, calculó que se llegará a 300 mil ejemplares vendidos

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▲ Visitantes y sellos participantes consultados por este diario se mostraron complacidos con el desarrollo de la venta, que concluyó ayer.Foto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Lunes 10 de abril de 2023, p. a11

La edición 15 del Gran Remate de Libros y Películas en el Monumento a la Revolución concluyó ayer con muy buenos resultados: asistieron más de 160 mil personas. Fontamara, uno de los más de 350 sellos editoriales participantes, reportó a este diario que alcanzaría una venta de un millar de ejemplares. El Fondo de Cultura Económica (FCE) previó rondar 10 mil.

Marina Taibo, integrante de la Brigada para Leer en Libertad y una de las organizadores del encuentro, dijo a este diario que probablemente se lograría una venta similar a la del año pasado: 300 mil ejemplares. Añadió que aunque no se logré ese éxito, se salvarían muchos libros.

Los voy a extrañar, dijo emocionado un adulto mayor en silla de ruedas a los encargados del local del FCE. Ellos le agradecieron y lo invitaron: Estamos en todas las librerías del Fondo, ahí nos encuentra.

Encargados de la editorial estatal, que tenía al menos unos 80 visitantes en todo momento, refirieron a La Jornada que obtuvieron muy buenos resultados en los cuatro días pasados. Hasta el sábado superaban 7 mil ejemplares vendidos y esperaban llegar el último día a una cantidad cercana a los 10 mil.

Comentaron que entre los títulos más vendidos se hallan los de la colección clásica del Fondo, sobre temas de historia, sociología, antropología y otras ciencias, adquiridos por jóvenes estudiantes. Además de series ya reconocidas entre el público, como Vientos del Pueblo y A la Orilla del Viento. Destacaron el libro El códice Boturini, del cual se han vendido 70 ejemplares.

Los asistentes, sostuvieron los encargados, han hecho suyo este remate y este espacio. Un lugar que se les ha hecho muy cómodo para llegar, estar ahí y ver libros.

Aunque en menor cantidad, el remate también permitió el encuentro de aficionados a la música y al cine. Se veía a adolescentes cargando acetatos de son jalisciense y Chaikovski, a adultos con sus discos de Emilio Tuero, entre otros. Los contados locales donde se ofrecían elepés tenían enorme concurrencia.

En un módulo dedicado al cine de arte, Enrique Hernández contó que a poco de iniciar el remate, el miércoles pasado, los títulos que llevó se acabaron con gran celeridad y tuvo que reabastecerse de emergencia.

El responsable del estand de editorial Fontamara relató que han tenido buenos resultados. Explicó que no pudieron participar en la reciente Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería por el alto costo del espacio.

En el remate, continuó, ofrecieron descuentos a los lectores de entre 30 y 50 por ciento en cada título, con lo cual han logrado una muy buena venta, de unos 200 ejemplares diarios. Destacó que esto se puede hacer en estas ferias con estands baratos para no encarecer los libros. El encargado contó que su público mayoritario es de jóvenes que compran libros de novela, filosofía y sicología.

Mientras, el calor del mediodía es acotado por un suave viento fresco que proviene de la fuente cercana y se escucha a vendedores ofrecer bebidas o las campanillas de algunos carritos de helados.

La accesibilidad de la Plaza de la República fue un elemento destacado en esta venta de libros. Se pudo ver entre los pasillos a visitantes con sus bicicletas, madres con enormes carriolas, compradores con maletas de gran tamaño, personas con muletas y adultos mayores en silla de ruedas. Todo cabía en ese espacio de fácil entrada y recorrido. Quizá menos en aquellos locales atiborrados de compradoras.

En la variedad de asistentes se encontraba a los lectores profesionales que iban a buscar libros específicos o que conocían a muchos de los autores, y a quienes compraron algún título que los atrapó mientras pasaban. Uno de ellos contaba a su acompañante mientras le mostraba un texto: No lo voy a leer nunca, pero cuesta 20 pesos. Alguna chica relataba a través del celular su sorpresa ante este cúmulo de libros, que le gustaron y donde ya había comprado un par de obras, aunque no lo tenía planeado.