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El medicamento como bien social
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romover un acceso oportuno y equitativo a medicamentos eficaces, seguros y de calidad es el desafío actual de la regulación sanitaria.

Los medicamentos son recursos para mantener y recuperar la salud. Los usamos durante muchas etapas de nuestras vidas y si extendemos la experiencia personal a millones de personas, concluiremos que la calidad, eficacia y seguridad de los medicamentos tienen un impacto decisivo sobre la salud pública.

Consideremos la importancia de tan sólo el ácido fólico que se administra a mujeres embarazadas en el primer nivel de atención que disminuye 70 por ciento los defectos en el nacimiento.

Si bien el derecho a la salud pública se ha buscado fortalecer paulatinamente, el covid-19 mostró que la salud es un pilar de nuestra civilización, y es necesario seguir avanzando hacia mecanismos que garanticen el acceso a los medicamentos como elemento indispensable del derecho a la salud.

¿Cómo podemos hacerlo?

La actuación del Estado a través de la regulación sanitaria es fundamental. En busca de ese bienestar social, las cadenas de financiamiento, investigación, desarrollo, producción, comercialización y accesibilidad de los medicamentos deberían estar nos sólo determinadas por la dinámica del mercado, sino también por las necesidades que el Estado identifica para su sociedad.

Desde la regulación sanitaria mexicana, donde aprobamos, vigilamos y controlamos los medicamentos, tenemos claro como Jacques Attali que un mercado sin Estado, es mercado negro. En la actual dinámica del mercado, los medicamentos pueden ser una solución sanitaria o una catástrofe económica para familias y personas. Conocedor de las deficiencias del mercado, el Estado debe regular para corregir o solventar necesidades en beneficio público.

Por eso la lectura que tenemos del medicamento como bien social abarca desde la investigación y el desarrollo las cadenas de financiamiento, investigación, desarrollo, producción, accesibilidad y comercialización hasta la farmacovigilancia.

Es imperativo enfrentar este desafío con esfuerzos congruentes para alcanzar una cobertura sanitaria universal y una financiación sostenible para la salud. En abril de 2020, el gobierno de México presentó una propuesta ante la Organización de las Naciones Unidas sobre la cooperación internacional para garantizar en condiciones de igualdad el acceso mundial a medicamentos, vacunas y equipo médico para enfrentar el covid-19, especificando que se aumente el financiamiento público de la investigación de vacunas y medicamentos que permita garantizar la equidad en el acceso para todas las enfermedades de los sectores sociales.

Más allá del covid-19, un acceso oportuno y equitativo a medicamentos eficaces, seguros y de calidad es una meta de la regulación sanitaria.

Los medicamentos deben contribuir al bienestar de nuestras familias y comunidades al protegerlas de enfermedades y malestares sin rendirse ante caprichos del mercado.

* Titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios