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La reforma educativa fue corregida y aumentada

Ahora hay restricciones más severas para que los maestros avancen en las promociones, sostiene

Para el líder sindical, el actual gobierno no asigna presupuesto para que los docentes escalen vertical y horizontalmente; así es muy difícil que crezcan y son muy pocos los que acceden a un mejor nivel salarial porque nada más se utilizan recursos que quedan de Carrera Magisterial o de quienes se jubilan

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▲ El heredero de las riendas del sindicato más grande de América Latina coincide con la visión de la CNTE sobre la nueva forma de promocionar a los maestros que buscan mejorar su salario.Foto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Lunes 3 de octubre de 2022, p. 10

Alfonso Cepeda Salas (Arteaga, Coahuila, 1957) llegó a la secretaría general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de la misma forma que sus antecesores: de rebote y por la obligada salida del hombre –y la mujer– fuerte del momento.

En 2018, tras la victoria de Andrés Manuel López Obrador, los caminos se cerraron para Juan Díaz de la Torre, quien había quedado al frente del gremio luego de la aprehensión de Elba Esther Gordillo. El líder jalisciense prefirió el discreto retiro a la defenestración: Desde que se fue no he hablado con él, ni por teléfono, asegura Cepeda, quien saltó a la escena nacional sindical de la mano de su paisano Humberto Dávila, primer secretario general en la larga época de Gordillo.

A fines de 2012, la profesora chiapaneca excluyó a Cepeda del Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Tras la detención de ella, su amigo –y socio, dicen muchos en el SNTE– Díaz de la Torre no sólo lo reincorporó, sino lo convirtió en su segundo de a bordo.

En una reunión efectuada poco antes de que López Obrador asumiera la Presidencia, Cepeda fue ratificado como secretario general mediante un proceso cuya legalidad aún es puesta en duda por grupos disidentes del sindicato.

Desde el arranque, Cepeda decidió enfrentar las críticas con una fórmula larga y exitosamente practicada por los dirigentes del gremio: buscar el favor presidencial. Dos hechos simbolizan ese camino. A fines de 2019 llenó el Zócalo con un mitin de maestras y maestros y declaró al SNTE ejército intelectual que acompañaría la Cuarta Transformación. Al año siguiente, uno de los primeros actos de Mario Delgado como presidente de Morena fue sellar un pacto electoral con el partido Nueva Alianza, que pese a haber perdido el registro nacional lo conservó en 10 entidades.

En una extensa entrevista, Cepeda habla para este diario de los cambios sexenales en el sector educativo (el que corresponde al gobierno actual, afirma, es una versión corregida y aumentada de la mal llamada reforma educativa de Enrique Peña Nieto), de la intromisión de los presidenciables de Morena en el conflicto del Instituto Politécnico Nacional (IPN), del rezago educativo causado por la pandemia y, a regañadientes, de Elba Esther Gordillo (es parte del pasado).

Enseguida, extractos de la entrevista de la que hoy presentamos la primera parte.

Los sexenios y los daños

–¿Cuáles fueron los daños de la reforma de Peña Nieto y cómo se han ido reparando?

–Los daños al magisterio iniciaron desde que se dio aquella alianza famosa (Alianza por la Calidad de la Educación) en el gobierno de Felipe Calderón. Ahí empezó una situación de mucha tensión. La mayoría de los maestros no había tenido contacto con los instrumentos tecnológicos que ahoya ya son una herramienta cotidiana. Tuvimos jubilaciones en masa.

La reforma del sexenio de Peña Nieto, sostiene Cepeda, vino a lastimar profundamente a las maestras y maestros. Y lo que siguió, afirma, no corrigió el daño: “La mal llamada reforma educativa fue corregida y aumentada cuando fue revisada en el inicio de este sexenio. Es cierto que se eliminó la palabra ‘permanencia’, pero fue lo único, lo demás quedó idéntico. Y se agregaron otras cosas”.

Entre los agregados lesivos, Cepeda menciona los atorones para la promoción horizontal y que los docentes tienen que esperar dos años (antes era uno) para tener derecho a solicitar un cambio de adscripción.

Hay una serie de restricciones más fuertes para poder aspirar a avanzar en lo que antes era el escalafón, que ahora se le llama promoción vertical, o lo que antes era Carrera Magisterial y ahora se llama promoción horizontal.

En este tema, asegura, hay consenso entre las distintas expresiones del sindicato, incluyendo a la Coordinadora (Nacional de Trabajadores de la Educación, CNTE).

–Entonces, ¿coincide con la CNTE en que la reforma de 2019 fue más de lo mismo?

–Sí. Y la verdad yo les reclamo a los compañeros de la Coordinadora, les digo: Ustedes tenían 40 diputados federales, 40 en la legislatura anterior y no pelearon a fondo.

–Desde Carrera Magisterial no han encontrado la manera de resolver el tema de la promoción...

–Es que ahí está, pero no le ponen presupuesto y así es bien difícil para los maestros crecer, porque son muy pocos los que pueden acceder debido a que básicamente están utilizando los remanentes de los que tenían Carrera Magisterial y se jubilan.

–¿Cómo se llegó a ese enorme boquete que ha llevado a tener que basificar a 700 mil trabajadoras y trabajadores de la educación?

–Compañeros que tenían en promedio 15 años así. La verdad es que nos olvidamos del origen de la organización. Hay dos causas fundacionales, la defensa de la escuela pública y la defensa a ultranza de los derechos salariales, profesionales, sociales y laborales. Sin embargo, llegó un tiempo en que la dirigencia se dedicó más a otro tipo de actividades.

–Se olvidaron de ser sindicato.

–Exactamente. Por eso el lema que enarbolamos desde que tomamos posesión fue regresar al origen con visión de futuro.

La pandemia y los datos que esconden los estados

–¿Tiene el SNTE su propia evaluación de los costos de la pandemia?

–Acabamos de firmar un convenio con El Colegio de México para ofrecer opciones metodológicas de cómo eficientar el nivel de alfabetización de los niños de primero a tercer grado, porque en la pandemia se alejaron de la escuela.

–¿No es algo que tendrían que estar haciendo con la Secretaría de Educación Pública?

–Pues sí, deberíamos, pero creo que ellos la están haciendo por su lado y no queremos invadir funciones. Nuestros compañeros están ayudándonos en todo el país a hacer una base de datos de los alumnos que abandonaron los estudios y buscarlos e investigar las causas.

–El subsecretario Luciano Concheiro dice que vamos a ir a buscarlos uno por uno.

–Pues sí, pero nosotros lo dijimos primero y la verdad es que ellos se basan en los datos que les pasan las secretarías de Educación estatales y las secretarías estatales comúnmente no hacen eso de ir por cada niño. Ojalá que en esta ocasión sí lo hagan.

–¿Maquillan cifras para no aparecer en los peores lugares?

–Sí, y también con esto de la nueva ley de la Usicamm (Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros) esconden las plazas. En buena parte de las entidades están haciendo que el sindicato no se dé cuenta de cuántas plazas van quedando y luego dan los lugares a la gente que les interesa, familiares, gente conocida, a veces con fines políticos. En fin, por eso queremos que se revise a fondo esta ley y también su esquema operativo, que ha hecho mucho daño a las maestras y los maestros.

En el IPN, operadores de presidenciables

–La Benemérita Escuela Nacional de Maestros, donde se formó la actual secretaria, está tomada por integrantes del SNTE desde el 12 de septiembre.

–Creo que se está evidenciando ahí, y en el Politécnico… Me parece que hay ahí la mano, quizá no de ellos, pero sí de los operadores de los presidenciables. En el Politécnico es muy evidente quiénes están azuzando a los alumnos, que es muy peligroso, porque luego cuando se convencen de algo no hay quién los pare.

–Hay río revuelto, pero también problemas reales.

–Sí, creo que los efectos de la pandemia en cuanto al deterioro de la infraestructura que se dio en todas partes no ha sido debidamente atendido por la autoridad del Politécnico.

–Por lo que cuentan docentes de la Normal, lo que quieren es mantener prebendas. ¿Quién manda ahí?

–Pues debe mandar la directora, pero no parece.

–Parece que tampoco la sección 11.

–Creo que hay infiltrados ahí, a lo mejor del personaje que no quiero hablar (Elba Esther), que se aferra a tener injerencia; eso lo estamos revisando y a ver qué solución se puede encontrar. Eso que usted dice de las prebendas también tiene mucho que ver.