La pandemia de covid-19 generó un terremoto que nos tiró la escuela que conocíamos, ahora podemos replantearla, pero como una institución diferente, más inclusiva, solidaria y conectada con la comunidad, afirmaron especialistas y comisionados de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu).

En la presentación del volumen Un paso adelante de la educación remota de emergencia. (Repensar el sentido de la tecnología, la escuela y la formación docente), que reúne las participaciones de diversos expertos que asistieron al segundo Ciclo Iberoamericano de Encuentros con Especialistas, Etelvina Sandoval, comisionada de la Junta Directiva de Mejoredu, destacó que se precisa de una escuela que articule la inclusión, la justicia social, las tecnologías y el trabajo colaborativo.

Necesitamos una institución que “reconozca a los docentes como profesionales activos, reflexivos, poseedores de saberes y conocimientos, y que haga posible ejercer el derecho a la educación de todos.

“Si bien los especialistas coinciden en que se debe avanzar en la digitalización y conectividad de las escuelas, ésto no puede separarse de la formación de los docentes, la revisión curricular, los cambios metodológicos y de nuevos materiales didácticos y del fortalecimiento de la relación entre docentes, estudiantes y padres de familia, es decir, nuevas comunidades educativas, agregó.

En tanto, Catalina Inclán, investigadora del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó que la escuela fracturada por la pandemia, mostró nuestras dificultades, pero también nuestro potencial.

Se trata, dijo, de una institución sin muros, que permitió repensar la escuela del futuro, la cual aún está en tránsito, renovándose, refundándose y recogiendo lo mejor de las experiencias, como una institución que se reconstruye de la tragedia, de lo que está por venir y de lo que sigue siendo escuela.