Con la migración como línea medular, la tercera gira internacional del presidente Andrés Manuel López Obrador apunta hacia naciones en las que México ha apostado por inversión directa para el desarrollo, en un esquema de colaboración.

En contrasentido de Estados Unidos, el gobierno nacional ha dirigido recursos públicos a la región. Hasta ahora ha llevado dos de sus emblemáticos programas sociales a El Salvador y Honduras, principales expulsores de migrantes, con una inversión de 62 millones de dólares y, durante su gira, pretende anunciar la expansión de la oferta a Guatemala, Belice y Cuba.

A pesar de ello, el flujo de personas ha sido incontenible en este periodo, lo que redunda en la insistencia de México para convencer a su homólogo estadunidense, Joe Biden, de la urgencia de apoyar a los países menos favorecidos, en particular los del Triángulo Norte, donde cada día miles de personas se ven orilladas a abandonar sus lugares de origen.

Especial atención cobra su visita a Cuba. El mandatario mexicano ha defendido la soberanía de esa nación y se ha pronunciado contra el bloqueo económico impuesto hace seis décadas por Estados Unidos.

Desde hace años, la migración hacia América del Norte va el aumento, poniendo en jaque a Estados Unidos y México, que ha dejado de ser un país de tránsito para volverse opción de estadía.

Los números son contundentes. En el primer trimestre de 2022, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza detuvo a 542 mil migrantes en su intento por cruzar a territorio estadunidense. La mayoría son mexicanos (219 mil 413), guatemaltecos (53 mil 417), hondureños (42 mil 172) y salvadoreños (21 mil 341).

En México, el Instituto Nacional de Migración ubicó en el mismo periodo a 77 mil 626 indocumentados; de ellos, 48 mil 48 (61.9 por ciento) vienen de Centroamérica: 18 mil 58 de Honduras, 17 mil 519 de Guatemala, 5 mil 604 de El Salvador y 6 mil 743 de Nicaragua, además de 11 mil 744 cubanos.

Si bien en el discurso la política migratoria de Biden es opuesta a su antecesor Donald Trump, en los hechos busca opciones para abatir la migración. Colabora con México para hallar políticas que contrarresten la diáspora y empieza a convencerse de la necesidad de impulsar el desarrollo en la región.

Washington ha expresado su preocupación por un inminente aumento en el número de personas que intenten entrar a Estados Unidos ante el eventual levantamiento del Título 42, ordenado por Biden. Con la medida –impuesta por Trump en marzo de 2020– se expulsa a los migrantes que llegan a la frontera, con el argumento de evitar la propagación del covid-19, sin darles derecho a solicitar asilo.

En ese contexto se da la visita de trabajo de López Obrador a cuatro naciones centroamericanas y a Cuba, del 5 al 8 de mayo. En 2021, la cifra de migrantes provenientes de estas naciones, presentados o deportados por el INM, fue: Honduras (127 mil 225), Guatemala (80 mil 767), El Salvador (24 mil 514), Cuba (7 mil 19) y Belice (208).

Desde mediados de 2019, el gobierno de México implementa los proyectos de desarrollo más grandes de su historia en el norte de Centroamérica, en atención a recomendaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

En Honduras y El Salvador se realizaron sendas inversiones de 31 millones de dólares para llevar Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo Futuro. El diseño, planeación e implementación de estos proyectos es responsabilidad de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo, dependiente de la cancillería.

En El Salvador, Sembrando Vida beneficia a 10 mil productores y está presente en 10 de los 14 departamentos, con la generación de 21 mil 265 empleos indirectos. En Honduras se dirige a 10 mil personas de los 18 departamentos, y creó 23 mil 691 trabajos. Para la gran mayoría de los beneficiarios, esa representa la única entrada de recursos.

En cuanto a Jóvenes Construyendo Futuro, se apoya con 180 dólares mensuales a 10 mil personas –por país– de entre 18 y 29 años de edad que no tienen opciones de estudio ni laborales. Opera en los 14 departamentos de El Salvador y en 16 de los 18 de Honduras.

Así, 76 por ciento de los salvadoreños afirman haber usado el apoyo económico de este programa para contribuir a los gastos de su hogar, contra 64 por ciento de hondureños que aseguran lo mismo.

Se pretende extender Sembrando Vida a Guatemala, en beneficio de 14 mil productores, 2 mil en Belice y 5 mil en Cuba.