Opinión
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Ciudad perdida

El teatro que se le cayó al PAN // Repudio a su antimonumento // La viga en el ojo ajeno // Amnesia e impunidad en el blanquiazul

E

nvalentonados, como es su costumbre, por la mentira y el espectáculo, los integrantes del PAN se robaron –otra mala práctica– la idea de varios colectivos de montar los llamados antimonumentos que ellos, los miembros de las comunidades ofendidas por algún hecho del poder, erigieron en varias partes de la ciudad.

Los grupos que exigen justicia, como el que clama por la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, repudiaron la acción de los azules, a quienes tildaron también de farsantes por usar la tragedia de la línea 12 del Metro para tratar de ganar votos y dinero.

El asunto es que hace un par de días los panistas se lanzaron a las calles del primer cuadro de la ciudad, donde está la mayoría de los ocho antimonumentos colocados por los colectivos de víctimas, para sacar provecho de la lucha legítima con la instalación de lo que los colectivos llamaron falso antimonumento.

La insaciable necesidad de mentir y destruir de los panistas los llevó a tratar de convertir una lucha genuina en una farsa que lastima a los que buscan justicia.

Se les olvidó, por ejemplo, que cuando el locuaz de Vicente Fox vivía en Los Pinos y Enrique Peña Nieto gobernaba en el estado de México, ocurrió la represión en Atenco. Hubo muertos, heridos y muchas mujeres ultrajadas por la policía criminal de aquella entidad.

Ayer, mientras montaban su farsa, los panistas se negaron a recordar que hace 16 años, en aquella parte de país donde se pretendía levantar otra falacia –un aeropuerto–, quienes no estaban de acuerdo con la obra fueron perseguidos, golpeados y humillados por los agentes de quienes gobernaban.

Era el prian, que ya mostraba sus alcances. Pero ni entonces ni ahora les picó la indignación, simplemente olvidaron y con su amnesia y la impunidad llegó el ejercicio a todo lo que da del descaro que pasearon por las calles de la ciudad sin el peso de la conciencia que, pintada de azul, huye de la verdad.

En fin, los colectivos han pedido a los panistas que retiren su efigie al cinismo, y la verdad se les escucha muy indignados, pero deben tener cuidado, primero porque los del blanquiazul son quienes siempre los han discriminado, y luego porque si toman alguna acción, los acusarán de todo lo que se les ocurra, como es su costumbre.

La gente de Acción Nacional, la que no está en las cúpulas, ya empieza a cansarse de la tendencia a la destrucción de los dirigentes de ese partido que, sin ofrecer nada, sólo prometen destrucción.

De pasadita

Sin quitar el dedo del renglón, habría que echar un ojo a los despachos de abogados que tratan de esquilmar a las familias de quienes sufrieron por el desplome de una parte de la línea 12 del Metro.

El otro problema es que no hay opciones y son 27 familias las controladas por un par de firmas de litigantes. Christopher Estupiñán –quien tiene bajo sus artes a 14–, les ha hecho firmar un contrato en el que estipula que recibirá hasta 45 por ciento de lo que pudieran recibir del gobierno.

El otro abogado, Teófilo Benítez, sólo les ha pedido 15 por ciento del total del dinero que pudieran recibir los parientes de las víctimas directas; ah, pero si se atreven a cancelar el contrato le tendrán que pagar 4 millones de pesos sin miramientos ni condiciones.

¿De qué justicia hablamos?