Número 175 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
TIERRA
Plutarco García Jiménez, Director en Jefe del RAN. Cortesía RAN

Por una nueva política agraria en el marco de la 4T

   

JULIO MOGUEL CONVERSA CON PLUTARCO EMILIO GARCÍA JIMÉNEZ, DIRECTOR DEL RAN

Julio Moguel conversa con Plutarco Emilio García Jiménez, Director del RAN

Julio Moguel: ¿Cómo defines al Registro Agrario Nacional (RAN) en el marco del concepto y prácticas del gobierno de la Cuarta Transformación?

Plutarco Emilio García Jiménez: El RAN se asume como “Guardián de la propiedad social de la tierra en México”. Pero no bajo una lógica paternalista y asistencialista, donde es sólo el gobierno quien “tiene la palabra” y simplemente, “ordena”; hoy se trata de trabajar conjuntamente con los sujetos sociales en la búsqueda de las soluciones a sus demandas con base en la justicia y el derecho.

El RAN de la 4T se considera un servidor de la Nación y, en particular, de los campesinos, indígenas y afrodescendientes, quienes desde sus saberes ancestrales y formas propias de organización marcan las rutas principales de las políticas públicas y, en nuestro caso, las que corresponden a la problemática agraria.

En este esfuerzo, el RAN acompaña y sirve a lo que es sustantivo en el proceso de la 4T, a saber: la defensa de la propiedad social, conforme al espíritu de nuestra Carta Magna. Pero no queremos quedarnos sólo en la defensa de la propiedad social.

J.M. ¿A qué te refieres con no conformarse con “la defensa de la propiedad social”?

PEGJ: Aunque al RAN le corresponde atender los aspectos de la seguridad jurídica en la tenencia de la tierra en ejidos y comunidades, desde la perspectiva de la 4T queremos contribuir a la solución de conflictos agrarios, a la organización comunitaria, al ordenamiento territorial y a una mejor producción agropecuaria. Concebimos al ejido y a la comunidad como “sujetos de derecho” en su condición dinámica y en sus potencialidades sustantivas, capaces de emprender procesos de desarrollo que, partiendo desde abajo, impulsen un desarrollo participativo e integral. Se trata de una visión diferente a la que nos vendió el neoliberalismo, que consideraba a los campesinos como “improductivos” y “minusválidos” y que por lo tanto había que poner sus tierras en manos de quienes tuvieran mejores posibilidades de “rentabilidad y productividad”. Ese fue uno de los objetivos de la reforma al Artículo 27 Constitucional de 1992, es decir, la privatización de la propiedad social y la desaparición del ejido.

No quedarnos en la defensa de la propiedad social es hacer de ésta la base del desarrollo sustentable e integral, a través de la concurrencia y la coordinación interinstitucional que caracterizan al actual gobierno, como ya se ha puesto en práctica con el Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui y el Plan de Vida de la Comunidad Lacandona.

J.M. ¿Existen algunos otros elementos que distingan al “RAN de la 4T” de, digámoslo así, el “RAN neoliberal”?

PEGJ: A lo largo de los sexenios de los gobiernos priistas y panistas se volvió a concentrar la tierra, no como lo fueron los grandes latifundios, sino mediante distintas formas de despojo a los ejidos por el gran capital inmobiliario, principalmente en zonas donde la tierra alcanzó un alto valor comercial. El RAN de la 4T ha venido enfrentando a verdaderas “mafias agrarias”, que han sentado sus reales principalmente en zonas turísticas, donde inversionistas y exfuncionarios públicos aparecen como “avecindados” y hasta como “ejidatarios”.

El RAN neoliberal era un instrumento corrupto y un apéndice de intervención que servía a intereses ajenos al campesinado, de tal forma que sus vínculos interinstitucionales estaban jerárquica y burocráticamente definidos con respecto al objetivo mayor de servir a los grandes intereses del gran capital nacional y trasnacional.

El RAN de la 4T está comprometido con el combate a la corrupción y la defensa de la propiedad social que aún representa la mitad del territorio nacional. Las demás políticas públicas de la 4T confluyen en un objetivo similar, al poner como primer nivel el compromiso de “primero los pobres”. Si se revisa hacia dónde van dirigidos los principales apoyos económicos hacia el campo, tanto en programas como el de “Producción para el bienestar”, “Sembrando vida”, “Jóvenes construyendo el futuro”, etcétera, se podrá constatar que el sector social de la economía se convierte en un área central de atención y, en consecuencia, en un área que puede revitalizarse “desde abajo” para lograr objetivos estratégicos, tales como el rescate del ejido, la comunidad y la autosuficiencia alimentaria.

La iniciativa de los comisariados ejidales y comunales de Guerrero, organizados en el nivel estatal representa una experiencia muy importante para el impulso desde abajo de la 4T en el campo.

J.M. ¿Cuáles son las líneas principales de actuación y/o de intervención del RAN para cumplir los objetivos que mencionas?

PEGJ: Hemos priorizado cinco objetivos estratégicos:

  1. En primer lugar, el fortalecimiento del ejido y la comunidad, mediante la seguridad jurídica y documental;
  2. La modernización de la función registral y catastral;
  3. Hacer más accesible al público el acervo documental y digital de la historia agraria del país;
  4. Contribuir a la planeación y ordenamiento territorial desde lo comunitario mediante esquemas participativos y la coordinación interinstitucional;
  5. Y, finalmente, fortalecer la seguridad jurídica y documental de la propiedad social de comunidades indígenas, mujeres y adultos mayores, a través de la atención prioritaria, con respeto a los derechos humanos y a sus usos y costumbres.

Este es un espacio reducido para poder dar cuenta cabal de lo que el RAN de la 4T hace para cumplir los objetivos señalados, pero puedo destacar el papel fundamental de nuestro organismo en todos los programas prioritarios de la presidencia de la República, como el caso de los trabajos técnicos y registrales de las tierras donde se construyó el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”. El RAN ha sido pionero en la atención a programas históricos de justicia como el de la Tribu Yaqui, las comunidades de la Selva Lacandona y los ejidos y comunidades del estado de Guerrero que, en diciembre pasado, realizaron una Convención estatal orientada hacia un Nuevo Agrarismo para el Desarrollo Integral y la Gobernanza en el Campo. •