Número 173 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
Saharahuis
Bombardeos durante 2021. Sahara Press Service

Civiles en riesgo desde la reactivación de la guerra

Ahmed Ettanji Equipe Media

En octubre del año 2020, decenas de saharauis organizaron un campamento en la brecha ilegal de Guerguerat, una franja fronteriza de terreno saharaui entre Mauritana y los territorios ocupados por Marruecos, en el Sáhara Occidental. Su propósito era solicitar el cierre de la brecha y exigir a las Naciones Unidas el cumplimiento de su compromiso de celebrar un referéndum de autodeterminación.

Los manifestantes exigieron también el cese del expolio de los recursos naturales saharauis y el fin de las graves y sistemáticas violaciones de los derechos humanos en las zonas ocupadas saharauis cometidas por los policías y paramilitares marroquíes. Ondearon banderas de la RASD, y gritaron consignas como ‘libertad para el pueblo del Sáhara’, ‘la ONU debe cumplir’ o ‘combatiremos la ocupación ilegal marroquí’, además de pedir la libertad de los presos políticos saharauis.

Estas manifestaciones fueron violentamente reprimidas por el régimen marroquí, llegando incluso a atacar a los civiles con armas de fuego. Frente a esto, las fuerzas del Ejército Popular de Liberación Saharaui respondieron al ataque. El POLISARIO informó que “a lo largo de la jornada, el ejército saharaui ha abierto varios frentes de combate contra el ejército de ocupación marroquí”. Los enfrentamientos continúan.

En plena guerra, las fuerzas de ocupación marroquíes aumentaron la violencia y represión en el Sáhara ocupado. Detenciones y allanamiento a casas de activistas saharauis, vigilancia continua, arrestos domiciliarios, en un territorio bloqueado militarmente. Se agrava la situación de los presos saharauis en las cárceles marroquíes.

Los activistas encarcelados siempre han sufrido agresiones, pero su situación empeoró tras la ruptura del alto al fuego por Marruecos que provocó la segunda guerra en el Sáhara Occidental. Decenas de presos políticos saharauis sobreviven a condiciones infrahumanas en cárceles marroquíes.

Los presos hacen huelgas de hambre por los continuos malos tratos que reciben y el aislamiento al que son sometidos desde hace años. Reclaman sus derechos, como el acercamiento a su familia, el derecho a una alimentación adecuada y atención médica.

Uno de los casos destacados es de la activista saharaui Sultana Khaya, quien se encuentra bajo arresto domiciliario sin orden judicial desde hace más de un año. Ella y su hermana son víctimas a diario de agresiones físicas y violaciones por parte de paramilitares marroquíes, quienes cercan las casas y han irrumpido en varias ocasiones, destrozando las pertenencias de la familia y sometiéndolas a todo tipo de agresiones sexuales.

Los saharauis piden a la Cruz Roja Internacional que intervenga urgentemente para que Marruecos respete la Cuarta Convención de Ginebra sobre protección de civiles en tiempo de guerra. •