Banamex, otra lectura
l mundo ya cambió en materia tecnológica y de negocios y, en el caso de los grandes grupos financieros, Citigroup, dirigido por Jane Fraser, es el único que se ha dado cuenta. Este grupo financiero se concentrará en la banca corporativa y en los clientes con muchos recursos y se saldrá de la banca al menudeo (de consumo y empresarial).
La venta de lo que era Banamex, de su infraestructura, edificios, oficinas, obras de arte y de los servicios de consumo y empresarial significa que volverá a sus orígenes con una fuerte inversión en tecnología.
La atención personalizada, las sucursales con asientos de piel, las recepciones elegantes y con personal de corbata y traje sastre es un negocio del siglo XIX. En ese lejano pasado circulaba el dinero en efectivo, se registraba manualmente, se guardaba en grandes bóvedas y se cuidaba lo material, porque ahí se reflejaba la solvencia de la institución.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, el dinero físico (billetes y monedas) perdieron importancia frente a las tarjetas de crédito y débito y ante otros instrumentos. El cambio más importante se presentó años después con el uso de Internet.
El negocio de la banca que consiste en el manejo del ahorro y del financiamiento es el mismo, pero la forma de llevarlo a cabo se ha transformado radicalmente en lo que va de este siglo.
Ahora quienes ganan presencia en la banca de consumo son las fintech, que realizan sus operaciones por medios virtuales. Lo que decidió hacer Citi a partir del año pasado es salirse de este mercado, orientarse a los clientes más poderosos y subirse a la banca virtual.
El país que tiene mayores avances en este proceso es China. En cualquier changarro de Pekín o Shangái se compran dulces y cigarros a través del celular, y por medio de Internet se contrata cualquier instrumento financiero.
En pocos años, la infraestructura material con que cuenta el sistema financiero tradicional será obsoleta para las funciones de préstamo y ahorro, pues la banca virtual sustituye con rapidez a la física. Jane Fraser y su equipo entienden bien esta situación y desde el año pasado iniciaron el cambio para volcarse a las nuevas tecnologías y a los mercados que le son más rentables.
