Tras varios años de haberse convertido en atleta de alto rendimiento, la nadadora Liliana Ibáñez aprecia el gran talento que existe en México, por lo que se ha emprendido una serie de clínicas en México y Estados Unidos, en las que comparte sus conocimientos con niños, jóvenes y masters en busca de mejorar su técnica, con lo que de paso monetizará y aplicará esos recursos en su preparación, encaminada a los Juegos Olímpicos de París 2024.

Ahora que estamos regresando a lo presencial, estoy contentísima, ha sido una experiencia increíble, clínicas donde comparto mis conocimientos y experiencias, todo lo que he aprendido y lo que me ha costado entender y desarrollar las técnicas a lo largo de muchos años de carrera y que le debo a varios de mis entrenadores, dijo la nadadora en videoconferencia.

La guanajuatense fue una de las decenas de deportistas mexicanos que perdieron su beca debido a los recortes de estímulos que hizo la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte. Dejó de percibir 30 mil pesos mensuales a partir de mayo pasado, dos meses antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, tras no alcanzar la marca de calificación.

Ibañez, quien ya inició su proyecto con un par de clínicas en su natal Celaya y en León, continuará el sábado 13 de noviembre en el YMCA Mallorca; el 20 de noviembre otra sesión en León, y en diciembre, su primera clínica en Estados Unidos, en Santa Clara, California, la cual compartirá con Ryan Hoffer, siete veces campeón de la NCAA, la mejor flecha debajo del agua del orbe y poseedor del récord mundial de 100 dorso.

Explicó que lo seguirá desarrollando de manera alterna a sus entrenamientos, buscando regresar a su forma física para enfrentar la temporada competitiva proyectada para iniciar en marzo o abril de 2022, y visualizando la temporada de 2023 con rumbo a los Juegos Olímpicos de París 2024.