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Llama académica de la UNAM a revisar criterios

Experta advierte de prejuicios de género al diagnosticar depresión
 
Periódico La Jornada
Domingo 10 de octubre de 2021, p. 7

Los trastornos depresivos constituyen casi 41.9 por ciento de los casos de discapacidad debida a desórdenes neurosiquiátricos entre las mujeres, mientras entre los hombres causan 29.3 por ciento, señaló Tania Rocha Sánchez, profesora investigadora de la Facultad de Sicología de la UNAM.

En el encuentro virtual Salud mental en un mundo desigual, organizado por el Instituto Nacional de Siquiatría Ramón de la Fuente Muñiz, la especialista en estudios de género y diversidad sexual expuso que debido a prejuicios en razón de género algunos médicos “tienen mayor tendencia a diagnosticar depresión a mujeres que a hombres, aunque muestren resultados similares a la hora de medir la depresión o presenten síntomas idénticos.

Si hacemos una revisión, bajo sospecha feminista del DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), que es un texto, una biblia entre quienes trabajamos en la salud mental, hay una coincidencia no gratuita entre los indicadores que se utilizan para dar cuenta de un trastorno e identificarlo y las características que, de acuerdo con los estereotipos de género, se espera desarrollen hombres y mujeres.

Así, es más probable bajo esa consideración que los varones presenten trastornos de conducta antisocial, y lo mismo pasa con la depresión, por lo que quizás necesitamos revisitar nuestros criterios, porque tal vez hay una sobrestimación de la depresión, ansiedad y estrés en mujeres, con base en estos criterios, y una subestimación en varones. Si en mi instrumento aparece que lloro con frecuencia, sabemos que una prerrogativa de la masculinidad es que los hombres no lloran.

En vísperas del Día Mundial de la Salud Mental, destacó la fragmentación que se genera en la vida de muchas mujeres, y que supone una tensión constante y permanente ante la expectativa de cumplir en el escenario familiar, de la crianza, en el hogar, y por otra parte en el trabajo remunerado.

Aseveró que ello genera malestares por estar a cargo de los hijos la mayor parte del tiempo, lo cual origina culpa, pero también la produce no estar a cargo de los hijos o no estar al pendiente de ellos.

También genera enojo en las mujeres tener que hacer las labores del hogar todo el tiempo”. Muchos especialistas minimizan lo que genera la sobrecarga de trabajo doméstico y familiar, e incluso llegan a recomendar relajarse o tomar tés.

La salud mental no se resuelve con un tecito, tampoco resulta eso de relájese, no pasa nada si no lavas los trastes hoy; lo que pasa es que sólo se acumulará, criticó.

Muchas mujeres jóvenes ya están problematizando que tendrán que elegir entre tener una familia o una pareja, y tener un trabajo, porque en este contexto de desigualdades ambas cosas no son posibles, además de señalar que ante los estereotipos sienten culpa por considerar que son malas madres y malas esposas.