Opinión
Ver día anteriorDomingo 10 de octubre de 2021Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Desde otras ciudades

Múnich se queda sin Oktoberfest por segundo año consecutivo

Foto
▲ Zona donde se lleva a cabo, desde 1810, la Oktoberfest en Múnich; ahí están la Theresienwiese y la escultura de la princesa Teresa al fondo.Foto Alia Lira Hartmann
l

a fiesta de la cerveza se canceló en Múnich otra vez debido a los efectos de la pandemia y a fin de evitar las aglomeraciones de los 6 o 7 millones de visitantes de todas partes del mundo que cada año llegan.

el origen de esta celebración fue el matrimonio entre el príncipe Luis I y Teresa de Sajonia, en 1810. En aquel entonces los habitantes fueron invitados a participar en los festejos, que se prolongaron varios días, y cuyo atractivo principal era una carrera de caballos.

El área donde se realiza se llama Theresienwiese, el Prado de Teresa, en honor a la consorte y comprende 42 hectáreas que actualmente se encuentra en pleno centro de la capital bávara.

La temática sobre la cerveza llegó posteriormente, cuando se incorporaron establecimientos que podían desarmarse (actualmente carpas) con oferta gastronómica de la región y bebida artesanal que llegaba en barriles.

Abrir el primer tonel se ha convertido en un ritual para la inauguración de la Oktoberfest, a cargo del gobernador del estado de Bavaria. Dar algunos detalles ayudará a imaginar cómo se desarrolla este evento, que es una amable carta de presentación del pueblo alemán.

Las líneas de transporte público se encuentran abarrotadas desde las primeras horas de la mañana; al mediodía la masa humana que se dirige al recinto ferial es apenas imaginable. Se trata de un inmenso lugar al aire libre con una enorme rueda de la fortuna donde cientos de puestos venden artículos turísticos y golosinas, se ofrecen paseos en carruajes tirados por caballos que portan elegantes adornos y desfiles con música y atuendos tradicionales.

las carpas funcionan como restaurantes con oferta gastronómica regional y que suelen representar las diferentes marcas de cervezas. Hay de diferentes dimensiones y suman 21 las pequeñas y 17 las grandes que dan cabida hasta 10 mil personas.

aDentro se instalan interminables hileras de mesas y bancos y se levantan algunos pequeños escenarios donde grupos de música tradicional amenizan la estancia. Lo más atractivo para el género masculino es el personal femenino que atiende, ataviadas con el traje tradicional bávaro con pronunciados escotes. Los tarros característicos son de un litro con una asa amplia para introducir hasta cuatro o cinco más en cada brazo.

ingresar a una de esas enormes carpas a la hora de la comida resulta prácticamente imposible. La única opción para algunos visitantes es armarse de paciencia, aunque a esas horas del día llevan un par de horas en amable festín y por lo tanto abandonen el lugar tambaleantes.

En Alemania la cerveza es mucho más que una bebida, es un aspecto importante de su cultura, ya que se tienen registradas más de 5 mil diferentes marcas.

Alia Lira Hartmann, corresponsal