Beirut. La red eléctrica nacional de Líbano quedó completamente colapsada ayer tras el cese de operaciones de las dos plantas más importantes del país, Al Zahrani y Deir Amar, por escasez de combustible. La falta de electricidad en el país podría durar varios días.

La separación de ambas plantas de la red redujo la producción nacional de energía a menos de 200 megavatios, lo que acabó provocando la caída entera del sistema. El país requiere alrededor de 3 mil megavatios, informó previamente el ministro de Energía. Un funcionario explicó a Reuters que la red dejó de funcionar al mediodía y que funcionaría el lunes o días después.

La empresa estatal de electricidad de Líbano, Électricité du Liban (EdL), se puso inmediatamente a realizar las operaciones pertinentes para reconstruir la red nacional de manera manual, según un comunicado recogido por la televisión libanesa LBCI.

El medio libanés recordó que la operación es especialmente complicada, teniendo en cuenta que el centro de control nacional fue destruido por la explosión del puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020, en lo que representa el más reciente episodio de la gravísima crisis energética que lleva meses asolando al país.

Los residentes han reportado estar limitados a una o dos horas de electricidad al día, mientras negocios y hospitales se han visto forzados a escalar operaciones o a cerrar completamente. Algunos ciudadanos recurren a generadores privados, pero la escasez de combustible o su alto costo resultan una solución inalcanzable para muchos.

Hassan Khalife, dueño de una parrilla de barbacoa en Beirut afirmó que durante la guerra civil (1975-1990), aun con lo horrible que fue, nunca hubo cortes de luz. El Estado, que se supone debe cuidar de su gente, está haciendo lo contrario, está tratando de humillarnos lo más que puede”.

Según analistas, Líbano ha sido golpeado por una crisis que ha impactado en todos los aspectos de la vida diaria desde que su economía colapsó en 2019, con pobreza, desempleo e inflación. Existe descontento generalizado de la población contra su sistema político, largamente acusado de malos manejos y corrupción.

Los suministros de combustible, electricidad, agua y medicinas están entre las necesidades mayormente afectadas por la crisis que el Banco Mundial ha descrito como uno de los peores colapsos económicos en la historia moderna.