En un entorno generalizado de aumento de la pobreza en México en el último año, hubo también algunos sectores en particular en los que se registró un descenso en su nivel de carencias, sobre todo el de las personas adultas mayores, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Según el estudio de Medición Multidimensional de la Pobreza, dado a conocer el jueves anterior, la pobreza moderada entre las personas de 65 años o más registró una caída de 43.2 por ciento en 2018 (equivalente a 4.5 millones de mexicanos y mexicanas) a 37.9 por ciento en 2020.

Asimismo, la pobreza extrema también se redujo en este sector de la población, al ir de 8.8 por ciento (0.9 millones de personas) a 6.7 por ciento (0.8 millones) en el mismo periodo analizado.

En contraposición, el rezago aumentó en el resto de los grupos de edad, particularmente entre los adolescentes y jóvenes –de 12 a 29 años–, cuyos niveles de pobreza moderada se elevaron de 35.7 (13.5 millones) a 37.1 por ciento (14.2 millones), mientras que los de pobreza extrema llegaron de 6.7 por ciento (2.5 millones) a 9 por ciento (3.4 millones).

Por lo que se refiere a las personas menores de edad, la pobreza moderada subió ligeramente de 41.5 por ciento a 42, mientras que en los adultos de 30 a 64 años de edad ese mismo indicador se elevó de 30.6 por ciento a 31.9.

Al desagregar datos del Coneval por ámbito de residencia, también se registró una caída en los niveles de pobreza en zonas rurales, cuyas carencias en un nivel moderado bajaron de 41.5 por ciento (12.5 millones de personas) a 40.1 por ciento (11.7 millones). No obstante, las extremas aumentaron levemente, de 16.2 a 16.7 por ciento.

Por el contario, las zonas urbanas resintieron con mayor fuerza las adversidades del año pasado, generadas en buena medida por la pandemia. En estas regiones, la pobreza moderada subió de 36.8 por ciento (34.5 millones) a 40.1 (39 millones), mientras que la extrema repuntó de 4 por ciento (3.8 millones) a 6.1 por ciento (5.9 millones).

Al cruzar diversas variables del estudio del Coneval, también se documentó que bajaron los niveles de rezago entre las mujeres hablantes de alguna lengua indígena que habitan en zonas rurales. En ese subsector específico, la pobreza extrema se redujo de 45.7 por ciento (un millón de personas) a 43.4 por ciento (0.9 millones), aunque la moderada se mantuvo igual (0.8 millones).