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Por primera vez, mexicanos montan Capuletos y Montescos de Bellini

La ópera no retoma a Shakespeare, sino la historia de Matteo Bandanello en Le novelle, de 1554, sobre dos amantes separados por el contexto político-familiar

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▲ Con cien artistas en escena, I Capuleti e i Montecchi será estrenada el viernes en el Auditorio San Pedro, en Monterrey.Foto cortesía MOS-México Opera Studio
 
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de julio de 2021, p. 3

A casi 200 años de su premier mundial –efectuada en 1830, en el legendario Teatro La Fenice, de Venecia, Italia–, la ópera I Capuleti e i Montecchi (Capuletos y Montescos), de Vincenzo Bellini (1801-1835), será estrenada en México el viernes, en Monterrey, Nuevo León.

La producción está a cargo del México Ópera Studio (MOS), una iniciativa de perfeccionamiento musical de origen privado creada en la capital neolonesa en 2019 por un grupo de empresarios e industriales, entre ellos, Alejandro Pérez Elizondo y Jorge Vázquez González, para impulsar a escala internacional el talento de cantantes y pianistas repertoristas mexicanos.

Cerca de un centenar de artistas participará en este montaje sobre la eterna pareja de Romeo y Julieta, entre cantantes y los integrantes del coro y la orquesta, así como el equipo creativo, encabezado por Rennier Piñero y Alejandro Miyaki, en las direcciones escénica y concertadora, de forma respectiva.

Allende las exigencias artística y musical, el gran reto de esta propuesta ha sido el nuevo coronavirus, por lo cual se han extralimitado las medidas de protección y seguridad sanitaria entre los participantes.

Con temor a equivocarme, estamos casi seguros de que es la primera ópera de gran formato que se estrena en el país en la pandemia, lo cual nos ha obligado a tener cuidados extremos, como que el grupo en el escenario, por cada semana de ensayos, se realiza pruebas de Covid-19, desde los directores, el elenco, los actores y los músicos de la orquesta hasta el personal técnico, explica Rennier Piñero.

Son unas 100 personas que están teniendo un cuidado muy grande. Se debe demostrar que todo el elenco está sano. Estamos tratando de respetar las normas de seguridad. A ello se suma un pacto no escrito de cuidarse unos a otros, cada quien con su persona, porque lo que más queremos es volver a montarnos en un escenario.

Este no es el primer título operístico escenificado por el MOS en el contexto de la emergencia sanitaria. En 2020 lo hizo con Fausto, de Charles Gounod, en febrero; El teléfono, de Gian Carlos Menotti, en octubre, y Don Giovanni, de Mozart, en diciembre, este último con público, al igual que la puesta de Misa de seis, de Carlos Jiménez Mabarack, en mayo de 2021. Todos bajo la dirección de la dupla Piñero-Miyaki.

Desde el Don Giovanni, de Mozart, se diseñaron y emplearon cubrebocas especiales para los cantantes y los integrantes del Coro, que abarcan desde la boca hasta el cuello. Son casi como pasamontañas, para evitar cualquier tipo de fuga de fluido de los intérpretes, indica el director escénico, quien aclara que los cinco cantantes protagonistas no usarán esa prenda, debido al nivel de esfuerzo que demanda la obra.

En entrevista, Rennier Piñero precisa que I Capuleti e i Montecchi, según algunos musicólogos, ya se presentó en México en la década de los 30 del siglo XIX, aunque en una producción de una compañía italiana. De tal manera que esta será la primera ocasión que la escenifique un elenco mexicano.

Resalta la vigencia de esta obra belliniana, la cual, a su decir, no es retomada de Shakespeare, sino que hunde sus raíces en las fuentes originales de la historia del siglo XVI, con especial énfasis en la histo-ria corta de Matteo Bandanello, de la colección Le novelle, de 1554, sobre aquellos jóvenes amantes.

Sostiene que esta obra, a diferencia de la shakesperiana, se enfoca más en el estado extremadamente crispado del contexto político, social y familiar en el que está imbuida aquella eterna pareja de amantes.

Una de las cosas que se plantean de manera muy importante es el encuentro y la aceptación del otro, la necesidad de una construcción común y que ese encuentro con el otro es mucho más fuerte que la crispación, la diferencia o la separación, indica.

El director escénico apunta que el montaje de este título está apegado al canon de la época en el que fue escrito y como lo dejó asentado el autor en la partitura, por lo que los personajes de Romeo y Julieta son interpretados por cantantes mujeres: una mezzo y una soprano, de forma respectiva. Sobre su propuesta, describe que las acciones son traspoladas del siglo XIII al XXI, en un ambiente urbano, y que como recursos escenográficos se vale de dos maquetas, videomapping y un circuito cerrado de video.

I Capuleti e i Montecchi será presentada viernes y sábado en el Auditorio San Pedro, en Monterrey, con un elenco conformado por el grupo de cantantes emergentes del Ate-lier de Jóvenes Talentos del MOS.