"La Jornada del Campo"
Número 166 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
De chile, de dulce y de manteca

El deshierbe sin herbicidas

Jesús Castillo Aguirre Profesor e investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero, sede Acapulco, Gro.
Luis Martínez MontielLuis Martínez Montiel

Y sembrar la hierba sobre esa maleza impide su crecimiento y producir la mazorca.

Lo que hacían los campesinos, al menos hasta principios de la década de los 70 del siglo pasado, antes de que aparecieran y se generalizaran los “líquidos” químicos, como el glifosato, lo que hacía era aplicar un procedimiento natural para eliminar de la tierra de cultivo esta maleza llamada cuerdilla.

Sembrar semillas de calabaza en toda la zona invadida de cuerdilla. Esta planta nacía y crecía sin problema entre esta hierba. A las pocas semanas la planta de calabaza extendía sus guías en la tierra, cruzándose entre ellas, y agrandaba sus espesas hojas verdes sombreando a la hierba, esto es, impidiendo que la luz del sol llegara a la hierba.

Después de tres años de aplicar este procedimiento, la hierba desaparecía completamente de la parcela, después de los cuales se podía sembrar la milpa u otro cultivo en una parcela despejada de esta hierba tan detestada por los campesinos.

Para fijar nutrientes a la tierra de manera natural, la siembra era en asocio de maíz, frijol y calabaza en la misma parcela. Este procedimiento había sido heredada de los ancestros. Pero ese es otro tema. •