La Ciudad de México se posicionó como punto de expulsión de habitantes, toda vez que son más los que se van a vivir a otros estados de la República que los que llegan a residir en la capital del país, concluye un estudio del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social (Evalúa) local.

El documento Ciudad de México 2020. Un diagnóstico de desigualdad socioterritorial, señala que en los primeros 15 años de este siglo llegaron a la ciudad 322 mil 492 personas de otras entidades, mientras 545 mil 284 capitalinos se fueron vivir a otras entidades.

De hecho, la capital de la República tiene el saldo neto migratorio negativo más grande del país, con menos 2.7 por ciento en el periodo 2010-2015 (...) Estos resultados fortalecen las afirmaciones referidas a la capital del país como punto de salida o de expulsión de población, indica el estudio.

Agrega que en este periodo, cinco de las 16 alcaldías: Gustavo A. Madero, Azcapotzalco, Venustiano Carranza, Iztacalco y Coyoacán tuvieron una disminución en el número de habitantes.

En un análisis sobre los flujos migratorios locales, resalta que entre 2010 y 2015 casi 300 mil personas cambiaron de residencia de alcaldía y llegaron principalmente a Benito Juárez, con 40 mil 225 nuevos habitantes.

Otras alcaldías que registraron más población en el periodo citado fueron Coyoacán, con 32 mil 11 nuevos habitantes; Iztapalapa, 31 mil 533; Cuauhtémoc, 28 mil 428, y Tlalpan, 24 mil.

En cuanto a la densidad poblacional, el documento destaca que en su definición tradicional se incluye el tipo de suelo donde la población no puede establecerse, ya sea por cuestiones normativas o geográficas, como suelo de conservación, lo que implica que se subestime ese indicador.

De esta manera, al tomar en cuenta dicho concepto, se tiene que en la capital del país viven 5 mil 967 personas por kilómetro cuadrado, pero si se tomara en cuenta toda el área ocupada por viviendas en la ciudad, la densidad poblacional es en realidad de 11 mil 301 habitantes por kilómetro cuadrado.

De hecho, el estudio señala que en suelo de conservación, que representa 59 por ciento de la extensión territorial de la capital del país, viven 5.7 millones de personas, es decir, 65 de cada 100 capitalinos.