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Un sueño lejano: Michaux, Paulhan Boissonnas y la tradición de los estados inducidos
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Sábado 16 de enero de 2021, p. 6

Mescalina 55 es el octavo libro de la editorial mexicana Canta Mares. Es un dossier a manera de relato colectivo que nutre la colección Documentos y en el que la editorial busca ofrecer a sus lectores un imprescindible testimonio de tres escritores que depositaron su interés en la que se constituyó –en la segunda mitad del siglo pasado– como una nueva forma de escribir a partir del alteramiento de los estados de conciencia.

El trayecto por la literatura de Edith Boissonnas (Suiza, 1904), Jean Paulhan (Francia, 1884) y Henri Michaux (Bélgica, 1899), los responsables del volumen, es amplio. Incluye poemas, ensayos, diarios, artículos en revistas, correspondencia, fotografías, dibujos y un sinfín de documentos. Para este volumen, una forma experimental de texto, se reunieron diferentes escritos de cada uno de ellos, todos nacieron a partir de sus experiencias con el consumo de mescalina en 1955.

Inspiradores de la Generación Beat

En todos esos escritos, el protagonista son las jornadas con mescalina, de enero 2,3 y 9 de 1955, de las que se escribió hasta 1978. Este libro es, entonces, un acompañamiento de aquella época y representa una estación de madurez en la escritura de quienes, además, fueron parte de los inspiradores de la Generación Beat de Estados Unidos.

La huella de las preocupaciones de Boissonnas, Paulhan y Michaux es visible a lo largo de los 24 años que duró la búsqueda de respuestas a partir de la experimentación. La preocupación estética, las estructuras narrativas, la mirada con la que se reconstruyen las historias, los momentos, las sensibilidades, los espacios y las atmósferas, todo termina por amalgamarse. Todo es visible en cada documento.

El editor se decantó por un texto de carácter fragmentado, en la correspondencia resta los fragmentos que no tienen que ver con el tema tratado y la intención es clara: trazar en lo discontinuo las conexiones de los temas. Al estar dispuestos de manera intercalada los textos reunidos en este álbum (en momentos cartas, en otros diarios, a veces ensayos para volver a las cartas) están presentados en formas de extracto con la precaución de conservar el hilo narrativo del tema en cuestión. Al concebirlo, el editor cuidó muy bien la mezcla de tiempos, las relaciones entre los participantes y las ideas de cada uno de ellos que nunca se alejan del tema tratado y por lo cual el libro no puede comenzar o terminar de manera arbitraria.

Además, se agrega un estudio introductorio en la que la especialista en literatura francófona, Muriel Pic, determina la naturaleza del volumen, intenta colocarlo en una corriente y trata de resaltar la importancia del escrito.

Esta colección es sin duda un documento imprescindible para comprender el interés por aquellos modos complejos de experimentación del mundo y documenta las reflexiones acerca de la toxicología que, además, en ese momento de la historia se encontraba en el centro de diversas discusiones que pretendían evaluar la instauración de la farmacia como parte de una política más eficaz para curar las enfermedades del alma.

Mescalina 55

A la vez, este tratado encuentra un lugar destacado dentro del campo de la literatura ya que para la época en que se llevaron a cabo las jornadas, la Generación Beat no había atravesado la corriente sicodélica de las culturas estadunidenses y, en Reino Unido, acababa de ser publicado Las puertas de la percepción de Huxley, primera parte de su obra acerca de las drogas alucinógenas. Con este contexto, Mescalina 55 responderá de manera parcial la pregunta acerca de cómo participaron la literatura y la cultura francesas en la emergencia de la Generación Beat. En ocasiones reconocidas y en otras no tanto, las apropiaciones que Burroughs, Ginsberg, Kerouac y compañía hacen de la literatura y la cultura del país galo involucran una amplia gama de obras, incluyendo películas, poemas, diarios, novelas y por supuesto este texto.

A lo largo de la historia de la literatura han sido muchos los autores que han buscado una realidad alternativa para encontrar la inspiración. Dentro del imaginario popular, suele asociarse a los Beats como la generación responsable de renovar el canon literario anglosajón que haciendo uso de un lenguaje fresco y plagado de jergas, provocadores relatos, poemas motivados por los placeres de la ingesta de sicotrópicos, alcohol, y la exaltación una sexualidad libre y sin prejuicios. Pero hay algo en Mescalina 55 que elude esa clasificación, Boissonnas, Paulhan y Michaux no se intoxican una mañana de enero en aras del progreso científico ni por participar en una revolución moral en desarrollo. Lo hicieron por la experimentación literaria, el deseo de renovarla en sus definiciones, redirigirla en sus formas y rehabilitarla como categoría cognitiva que caracteriza un enfoque literario que, desde el periodo de entreguerras hasta los años setenta, desmiente la omnipotencia de una razón civilizadora que niega cualquier otro conocimiento más que el de las cosas que se miden, cuentan y pesan.