La Red Feminista Quintanarroense, que aglutina a diversas organizaciones que participaron el lunes pasado en la protesta para exigir justicia por el asesinato de la joven Alexis, en Cancún, demandó la destitución del secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, Alberto Capella Ibarra, por la represión de la que fueron víctimas, así como que se lleve a cabo una investigación profunda ante las violaciones de derechos humanos a la libre manifestación.

El lunes pasado, elementos de la policía de Quintana Roo dispersaron con disparos de arma de fuego a manifestantes que se encontraban en la Plaza de la Reforma, frente a la sede del ayuntamiento de Benito Juárez.

En conferencia de prensa en forma digital, la red también exigió que se ofrezca una disculpa pública por parte del gobernador del estado, Carlos Joaquín González, y que asuma su responsabilidad la alcaldesa de Benito Juárez, Mara Lezama. De igual manera, que se reparen los daños causados a todas las víctima de brutalidad policiaca y se tenga pronta justicia para Alexis y todas las mujeres asesinadas en la entidad.

Señaló que lo sucedido el lunes pasado, además de excesivo, no fue una reacción espontánea, fue planeada estratégicamente y realizada por órdenes de mandos superiores de la policía. Indicó que derivado de la actuación policial resultaron heridas de bala dos personas y tres más fueron golpeadas, además ocho manifestantes fueron detenidos, aunque liberados alrededor de la medianoche. Asimismo, reportaron que más de cinco periodistas también fueron golpeados.

Las organizaciones destacaron que la crisis de derechos humanos en Quintana Roo y en sus municipios, sumada al contexto de violencia feminicida, debe ser visibilizada y profundamente analizada para llegar a soluciones inmediatas.

Agregaron que se retiran de las mesas de trabajo con las instituciones gubernamentales hasta que sus demandas sean atendidas.

Lizbeth Lugo, vocera de Siempre Unidas, señaló que en la manifestación no se aplicó ningún protocolo del debido uso de la fuerza, el cual tendría que haber sido proporcional a las personas que nos manifestábamos, entre ellas mujeres, niños y adultos mayores.

Agregó que ese día hubo personas armadas vestidas de civil.