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El Teatro Real hará lo necesario para que todo el público esté cómodo con las medidas de seguridad: autoridades
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 22 de septiembre de 2020, p. 5

Madrid. Gregorio Marañón, responsable del Teatro Real, informó ayer que se trabajará arduamente para que los espectadores se sientan cómodos con las medidas de seguridad impuestas en la nueva normalidad, a fin de evitar movilizaciones como la del domingo pasado, que obligó al foro madrileño a bajar el telón y cancelar la presentación del tenor mexicano Ramón Vargas.

Un día después de la primera suspensión en la historia de una función, los trabajadores del Teatro Real tenían en el rostro el reflejo del cansancio, la tristeza y la desazón que les dejó la función del domingo pasado, cuando un reducido número de espectadores protagonizó una protesta que obligó a cancelar el que sería el rencuentro del tenor mexicano Ramón Vargas con el público madrileño, en el papel de Riccardo de Un ballo in maschera, de Giuseppe Verdi.

Ante el revuelo que generó la noticia, sobre todo, por la lectura que se dio de supuesta discriminación por razones económicas de las medidas sanitarias, los responsables del Teatro Real comparecieron de forma extraordinaria y dieron su versión de los hechos.

Gregorio Marañón, presidente del patronato; Ignacio García-Belenguer, director gerente; Joan Matabosch, director musical, y Nicola Luisotti, primer director musical, explicaron de forma pormenorizada lo ocurrido e insistieron en que en todo momento se cumplió la normativa sanitaria.

La legislación de prevención del Covid-19 vigente en Madrid para teatros y centros culturales está en vigor desde junio pasado; ésta estatuye que no se puede superar 75 por ciento del aforo, la obligatoriedad del uso de cubrebocas, que se tenían que evitar aglomeraciones, así como la toma forzosa de temperatura a los espectadores y tener a su disposición a lo largo y ancho del edificio despachadores de gel hidroalcohólico. Además, se acordó que no era obligatoria la distancia de seguridad siempre y cuando se usara en todo momento la mascarilla y que no hubiera contacto físico.

En la función del pasado domingo, el aforo del Teatro Real estuvo a 51 por ciento; es decir, había 905 espectadores, sin embargo, se registró una situación habitual en las funciones: que hubo más concentración de personas en la zona del anfiteatro o gallinero. Al menos así sucedió anteayer, ya que, por ejemplo, en el estreno del viernes pasado hubo más espectadores en la zona del patio de butacas –la más cara– que en la zona del gallinero. Pero en ninguno de los casos se superó 60 por ciento del cupo.

Marañón, como responsable del Teatro Real, explicó su desazón, sobre todo por la inmensa mayoría de espectadores que quería que se celebrara la función y por los 500 artistas y técnicos que trabajaron para ello. También informó que harán lo necesario para que en las próximas sesiones todos los espectadores se sientan cómodos con las medidas de seguridad impuestas.