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La renuncia del primer ministro, insuficiente

Aflicción y enojo mantienen encendidos los ánimos contra el gobierno en Líbano

Manifestantes se reúnen cerca de la zona de las explosiones; exigen la salida del presidente Michel Aoun

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▲ En Beirut continúan las protestas contra la clase política, a la cual los manifestantes responsabilizan de las trágicas explosiones del pasado día 4 que han provocado al menos 220 muertos, según cifras del ministerio de Salud.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de agosto de 2020, p. 25

Beirut. Enojados y afligidos, cientos de manifestantes leyeron ayer en voz alta los nombres de 171 personas de las 220 que murieron en las explosiones del puerto de Beirut de la semana pasada, e insistieron en la destitución del presidente del Líbano, Michel Aoun, y otros funcionarios a los que responsabilizan de la tragedia.

Reunidos cerca de la zona cero, algunos manifestantes portaban fotografías de las víctimas mientras en una pantalla reproducían la nube en forma de hongo que se elevó sobre la ciudad tras la explosión de 2 mil 700 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en el puerto desde 2014. Unas 6 mil personas resultaron heridas y 300 mil perdieron sus hogares. El pasado lunes el ministerio de Salud habló de al menos 220 fallecidos, si bien la cifra seguirá en aumento mientras continúen las labores de rescate.

Ayer se llevó a cabo una nueva protesta con la consigna: Sepultemos a las autoridades primero, muy cerca del área del puerto, reportó el canal Al Jazeera.

No se informó del saldo de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.

La frase él sabía estaba escrita en una imagen del presidente Michel Aoun en un cartel

En el lugar de la protesta había un cartel con la imagen del presidente Aoun en la que se leía: él sabía. Más abajo decía: un gobierno se va, viene otro; continuaremos hasta que el presidente y el líder del Parlamento sean destituidos.

Reuters informó que el presidente y el primer ministro fueron advertidos en julio sobre los peligros del nitrato de amonio almacenado, según documentos y fuentes de seguridad.

Aoun tuiteó ayer: Mi promesa para todos los libaneses dolidos es que no descansaré hasta que se conozcan todos los hechos.

La rabia de los libaneses no se aplacó con la renuncia del primer ministro Hassan Diab y ahora exigen la salida de lo que consideran una clase política dominante y corrupta.

Los residentes de Beirut todavía recogían escombros mientras continuaban las operaciones de búsqueda de las 30 a 40 personas que están desaparecidas, en una jornada en que las fuerzas de seguridad usaron gas lacrimógeno contra manifestantes que lanzaban piedras, en el cuarto día consecutivo de disturbios.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados estima que 34 personas en esta condición murieron en la explosión y 124 resultaron heridas, 20 de ellas de gravedad.