Morena en el Senado impulsa una iniciativa que establece un aumento sustancial al impuesto especial a los refrescos si los productores no cambian la fórmula de los mismos, ya que esas bebidas azucaradas son en buena medida causantes de la crisis de obesidad y diabetes que hace a los mexicanos más vulnerables al Covid-19.

El senador Alejandro Armenta resaltó que la intención de su bancada es que la reforma esté aprobada el 1º de octubre, cuando entran en vigor las normas del nuevo etiquetado de refrescos y alimentos procesados –en los que se debe precisar su contenido y sus efectos–, ya que se trata de un problema de seguridad nacional y de salud pública.

Explicó que en promedio en el mundo se consumen anualmente 100 vasos de refresco por persona, pero en México 600, es decir seis veces más, y lo más grave es que en Chiapas, donde predominan las comunidades indígenas y está acentuada la pobreza y la marginación, se beben más de 3 mil 850 vasos de bebidas azucaradas por persona al año.

Presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, detalló que los empresarios refresqueros cambiaron sus fórmulas y sus bebidas son endulzadas con sacarosa, glucosa, fructosa, dextrosa y jarabe de maíz, cuyo consumo propicia el desarrollo de diabetes, hipertensión, obesidad y enfermedades cardiovasculares.

Por ello, dijo, si los empresarios refresqueros no cambian esa fórmula para quitar su efecto dañino, se les aplicará un aumento en el impuesto especial de productos y servicios que podría ser de por lo menos tres pesos por litro de bebidas embotelladas.