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Penultimátum

Golpe a la honestidad valiente desde Estambul

E

n 2022 se cumple el centenario de la Ley Orgánica del Cuerpo Diplomático. La expidió el presidente Álvaro Obregón y por primera vez implementó́, entre otras cosas, el marco para un servicio profesional de carrera y su ingreso mediante concurso. Desde entonces, numerosos funcionarios han puesto en alto el nombre de nuestro país en el exterior. Baste mencionar a don Gilberto Bosques y Narciso Bassols, que tantas vidas salvaron del nazismo y el franquismo; a don Alfonso García Robles, Nobel de la Paz por sus esfuerzos en pro del desarme nuclear, o a Gonzalo Martínez Corbalá, durante la dictadura de Pinochet.

Igualmente varios mexicanos sobresalen como embajadores y responsables de la difusión cultural: Amado Nervo, Alfonso Reyes, Jaime Torres Bodet, Octavio Paz, Rosario Castellanos, Carlos Fuentes, Federico Gamboa, José Gorostiza, Carlos Pellicer, Hugo Gutiérrez Vega, Jaime García Terrés, Fernando del Paso, José María Pérez Gay, Hugo Hiriart, Gerardo Ochoa Sandy, Jorge Volpi y muchos más.

Nuestra diplomacia también registra hechos vergonzosos, como el comes y te vas, del ex mandatario Vicente Fox a su homólogo Fidel Castro, para así garantizar la asistencia del presidente estadunidense George Bush a la cumbre celebrada en Monterrey en 2002, la cual fue convocada por Naciones Unidas.

La ley actual permite la designación de profesionales que no son del servicio pero sí aptos para ocupar áreas de su competencia. Mas también sirve para que, a discreción del presidente en turno, premie a políticos y amigos. Así fue como llegó a cónsul en Barcelona Fidel Herrera, ex gobernador de Veracruz, del que sus paisanos guardan ingrato recuerdo.

Recién fue nombrada cónsul en Estambul una columnista proclive a obtener dádivas de gobernadores y funcionarios de sobrada mala fama, y a ensalzar a presidentes tan cuestionados, como Felipe Calderón y Enrique Peña. El nombramiento es una afrenta a los diplomáticos de carrera, a los periodistas ajenos a las prácticas corruptas del sistema político mexicano y un golpe al lema honestidad valiente de este sexenio.