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Desde otras ciudades

Sao Paulo, una urbe donde las nuevas favelas adquieren gran valor ante el coronavirus

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▲ Sólo en Sao Paulo la pandemia ha dejado más de 23 mil muertos, millones sin trabajo y sin posibilidad de pagar rentas, por lo que edifican viviendas donde pueden.Foto Afp
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uando el marido de Priscila, Tomás da Silva, perdió su trabajo como cargador de camiones por las medidas impuestas en Sao Paulo contra el coronavirus, la pareja tuvo que optar entre pagar el alquiler o dar de comer a sus seis hijos. Y no se lo pensó dos veces.

Mi marido, el único que trabajaba, fue despedido por la pandemia. Como no teníamos para pagar la renta y tenemos seis hijos, vinimos acá, cuenta esta mujer de 35 años en una favela emergente del barrio Julieta Jardim, en la periferia de la mayor megalópolis de América Latina.

El matrimonio construyó una humilde vivienda en un vasto terreno donde estacionaban camiones. Desde hace cuatro meses casi no pasa un día sin que se instalen allí decenas de familias, en una ilustración trágica de los estragos ocasionados por la pandemia en Brasil, el segundo país más golpeado del mundo, detrás de Estados Unidos.

Cerca de 700 familias construyeron sus viviendas allí, la mayoría de madera, con techos de plástico y sin baños.

Muchos llegan con muebles que cargan por callejones sin pavimentar, con un fondo de martillazos y perforadoras, los sonidos de una favela en plena construcción.

Con una gran densidad demográfica, vivir con condiciones higiénicas mínimas es un desafío en barrios pobres como éste y el distanciamiento social, imposible una combinación favorable para la propagación del virus.

En su vivienda con camas hechas de madera, Da Silva abriga a su pequeño hijo mientras trata de explicar que le resultaba imposible pagar 500 reales al mes (unos 100 dólares).

Obligados a respetar el confinamiento, muchos residentes en favelas perdieron sus trabajos informales (cerca de 40 por ciento de los empleos en Brasil) como jornaleros o limpiadoras de casas. Hoy dependen del bono mensual de 600 reales que otorga el gobierno.

A lo largo de la historia la formación de las favelas está ligada a un conjunto de epidemias urbanas, desde la fiebre amarilla a la gripe española y la viruela, dice Lino Teixeira, coordinador de política urbana en el Observatorio Favela.

Es un círculo vicioso. Las personas no logran pagar el alquiler, son desalojadas, terminan ocupando un lugar irregular y enseguida viene una remoción, señala Talita Gonzales, investigadora del Observatorio das Remoções, una ONG que vela por el derecho a la vivienda.

Según esta entidad, más de 2 mil 500 familias han sido desahuciadas o amenazadas con ser desalojadas en Sao Paulo, irónicamente pese al llamado del gobernador a quedarse en casa por la pandemia.

Afp