El secretario de Seguridad Pública y Tránsito del municipio de Pachuca, Hidalgo, Rafael Hernández Gutiérrez, dio positivo a Covid-19, informó la alcaldía; mientras en Chilpancingo, Guerrero, un reo del Cereso falleció el jueves por ese mal, pues no tuvo atención médica, denunció uno de sus compañeros.

En un boletín se dio a conocer que el jefe policiaco se realizó la prueba de coronavirus y al salir positivo quedó aislado en su domicilio para evitar contagios en la corporación. La alcaldesa panista, Yolanda Tellería, le externó su apoyo y le ofreció todas las facilidades para su pronta recuperación.

El 19 de junio, los 175 policías de Huejutla fueron sometidos a la prueba y a la fecha no saben los resultados. En cambio, 15 elementos fueron enviados a sus domicilios supervisados por personal de la jurisdicción sanitaria de la demarcación.

En tanto, el interno del Cereso de Chilpancingo, Elíseo Villar Castillo dijo vía telefónica que uno de sus compañeros murió por falta de atención. Además, los 900 reclusos viven con incertidumbre, porque sólo sábado y domingo acude un médico a dar consulta. Hay varios compañeros presos que están enfermos, no sabemos si de coronavirus, pero no han recibido atención, expresó.

Por esa situación protestamos con pancartas en el Cereso en demanda de mejoras en el servicio médico, en la comida y en la entrega de medicamentos.

Sin embargo, a partir de la protesta, acusó, por instrucciones del director de penales, Isaías Martínez Juárez, trasladaron al penal de Acapulco a los compañeros Vicente Celino Téllez, Filiberto Santiago Ramírez, Raymundo Castillo Díaz.

Villar Castillo aseguró que los reos trasladados están siendo torturados y les exigen de 10 a 20 mil pesos por extorsión.

Demandó la intervención del gobernador Héctor Astudillo Flores y al fiscal del estado, Jorge Zuriel de los Santos, así como la destitucion de Martínez Juárez, pues permi-te el ingreso de drogas a los penales, con apoyo de la delincuencia organizada.