Opinión
Ver día anteriorSábado 6 de junio de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Los de abajo

Giovanni López

E

l asesinato de Giovanni López, albañil de 30 años, a manos de la policía de Ix-tlahuacán de los Membrillos, del área conurbada de Guadalajara, Jalisco, no es un hecho aislado. Ocurre en pandemia, y el motivo lo hace más grave, pues Christian, hermano de Giovanni, narra que sólo por no llevar cubrebocas fue detenido y golpeado hasta la muerte, desnudando así la arbitrariedad y violencia institucional que reinan en Jalisco, gobernado por Enrique Alfaro (MC), envuelto en diversos escándalos de corrupción.

Si lo matan ya sabemos, se escucha decir a Christian mientras la policía le arrebata a su hermano, con quien minutos antes se encontraba sentado en la banqueta afuera de su domicilio a punto de irse a cenar. ¿Me lo vas a entregar vivo o muerto?, preguntó por teléfono al presidente municipal de Ixtlahuacán, Eduardo Cervantes Aguilar, que también tiene denuncias por violencia y arbitrariedad. Y éste respondió que al día siguiente fueran por él a las 10 de la mañana, pero encontraron su cuerpo sin vida en el hospital civil. Pelearon para que se los dejaran ver y por eso su tía descubrió los golpes y el tiro en la pierna. Después, denuncia Christian, la familia entera fue amenazada por el alcalde para que no hablaran ni difundieran el video. Un mes más tarde, sin investigación oficial de por medio, decidieron darlo a conocer. Pero tuvieron que huir de su casa de la colonia Los Olivos, pues están amenazados de muerte.

La noticia se disparó en México en medio de las protestas en Estados Unidos por el asesinato, también a manos de la policía, del afroamericano George Floyd, por lo que la reacción de la sociedad es de absoluto repudio al aparato policiaco y al gobierno del estado. El 5 de junio, a un mes exacto de que les entregaron el cuerpo, cientos de personas, en su mayoría jóvenes, se enfrentaron con la policía en las inmediaciones del palacio de gobierno en Guadalajara. Un video registra lo que ocurre dentro del inmueble, donde los elementos de seguridad se disponen a repeler a los manifestantes. ¡Los vamos a matar!, se escucha decir a los policías del gobierno de Alfaro. Y empieza la cacería.

Al día siguiente, los actos de repudio llegan a la Ciudad de México, donde se movilizan frente a la embajada de Estados Unidos por el asesinato de Floyd y después en la representación del gobierno de Jalisco, en la colonia Polanco, por la muerte de Giovanni. Miles de policías repelen la manifestación. Pero ellos y cualquier uniformado representan ahora al enemigo de los jóvenes que están en las calles. No los contienen. Los provocan.

desinformemonos.org