El número de personas en condiciones de pobreza en la Ciudad de México podría aumentar este año entre 360 mil y 500 mil, lo que significaría que cinco de cada 10 habitantes estarían en esas circunstancias a partir de la reducción del producto interno bruto (PIB) local, de acuerdo con estimaciones del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social (Evalúa).

Después de participar en el ciclo de conferencias sobre pobreza, vulnerabilidad y desarrollo social en el contexto del Covid-19, la titular del consejo, Araceli Damián, explicó que se hizo un modelo para estimar los cambios que pueden ocurrir con la disminución del PIB, entre otras variables, como el empleo y la inflación, que pueden incidir en los ingresos de los hogares.

Refirió que en 2018 cuatro de cada 10 capitalinos estaban en condición de pobreza por ingresos percibidos, pero, además, hay un sector de la población que se encuentra muy cerca de esa línea, como los que tienen una satisfacción mínima y que con mucha facilidad pueden verse afectados con el desempeño económico.

Agregó que bajo el supuesto de que exista una reducción de 4.5 por ciento del PIB en la ciudad, que se prevé sea menor al de otras entidades del país porque cuenta con un sector financiero mucho más diverso que no se ve afectado tan fácilmente, se calcula que pueda haber al menos 360 mil personas en condiciones de pobreza, pero sí la reducción es mayor se alcanzarían 500 mil.

La especialista detalló que este modelo se hizo ex profeso para ver lo que ocurre por la pandemia. En las predicciones a escala nacional, precisó que se calcula un aumento de 7.2 millones de personas en condición de pobreza, un poco más abajo de los 8 millones que estimó el Coneval.

En el caso de la Ciudad de México, indicó que como en otras ocasiones de crisis, se espera que haya una mayor capacidad para recuperarse porque cuenta con varios sectores, a diferencia de lo que ocurre en otras entidades, como las del norte del país, que dependen de la maquila.

Además, comentó que se cuenta con programas sociales como Mi Beca para Empezar, que llega a 50 por ciento de la población en pobreza, y a 15 por ciento más que está por arriba de esa condición.

Eso, digamos que es bastante bueno porque se está llegando a 500 mil familias que de no existir no sería0 posible dar ese apoyo, porque implementar un programa nuevo en tan poco tiempo es muy difícil y es una de las experiencias que se deben recuperar durante la pandemia como medida de protección al ingreso familiar.