Apenas el pasado 28 de marzo el artista-fotógrafo neoyorquino Spencer Tunick (Middletown, 1967) adelantó a La Jornada que viraría hacia la sana distancia para crear sus próximas instalaciones masivas de desnudos.

Poco se podía imaginar que la pandemia mundial causada por el Covid-19 lo llevaría a realizar su primera obra dirigida completamente en línea.

Para el proyecto Stay apart together (mantengánse separados pero unidos) fueron invitadas personas de diferentes partes del mundo para participar en una nueva serie de obras artísticas comunales. La primera sesión se realizó el primer fin de semana de mayo con 25 personas. Se hará una segunda el próximo fin de semana, con más participantes, aproximadamente 100. Las sesiones involucran gran coordinación técnica.

Tunick estará subiendo su trabajo en su cuenta de Instagram: @spencertunick. Curiosamente, el mayor interés por este perfil proviene de la Ciudad de México, con un rango de edad que está entre 25 y 34 años, anota.

Participación de Studio 333

Stay apart together es curado y coordinado por el artista visual mexicano Alonso Gorozpe (Ciudad de México, 1987) y su recién fundado Studio 333, en Mérida, Yucatán. El también performancero, quien ha colaborado con Tunick en diferentes proyectos desde 2008, expresa a La Jornada: “En cuanto empezó la pandemia le mandé un mensaje a Spencer sugiriéndole hacer un proyecto que utilizara plataformas de videoconferencia. Me dijo: ‘Si me ayudas a organizarlo, lo hacemos’. Le contesté que sí, y en ese momento justo nos lanzamos a la aventura con el estudio de arte y performance que acabo de fundar.

Abrimos una cuenta de correo electrónico y empezamos a escribir a amigos y conocidos. Spencer nos pasó direcciones de personas. Lo que empezó como una foto de dos poco a poco creció a cuatro, nueve, 18, 25, 49 y así vamos.

Hasta el momento, los participantes han provenido de México, Tailandia, Sudáfrica, Estados Unidos, India, Dinamarca, Líbano, Argentina, Polonia, Alemania, Uruguay, Australia, Filipinas, Canadá, Países Bajos, Israel, Irlanda, Italia, Malasia, Bélgica, Colombia, Francia, Pakistán, Irán e Italia.

Para Gorozpe, ha sido de gran interés “poder llegar a las casas de los participantes y escuchar las razones por las que quieren involucrarse en el proyecto.

Algunos son doctores, doctoras, enfermeros, maestras y artistas. Conforme avanzó el proyecto llamó la atención de personas sobre todo de lugares que Spencer no ha visitado.

Se refiere a Stay apart together como una exploración de cómo utilizar las herramientas de comunicación virtual en plataforma para crear arte. En cuestión de días nos desplazamos de estar juntos en salones de baile, bares, estadios, museos y galerías, a celebrar bodas, fiestas de cumpleaños y conciertos virtuales a través de nuestras pantallas.

Al respecto, Tunick dice: Como fotógrafos y artistas que trabajamos con grupos de personas, tenemos que aprender a adaptarnos y a no sentirnos asfixiados por los limitantes en estos tiempos difíciles. Nuevas formas de conectividad evolucionarán y crearán comunicaciones humanas innovadoras con el concepto de la sana distancia en mente.

Amor, arte y cuerpo

Por medio de un chat, los participantes reciben instrucciones para posar y pararse al unísono bajo la dirección de Tunick, con el objeto de reafirmar la resiliencia de la comunidad y la conexión humana en tiempos de aislamiento.

Stay apart together tiene la intención de ser una salida creativa para participantes en cuarentena en casa, a la vez que una exploración artística de las posibilidades de la conectividad humana en el mundo virtual, aunque, más que nada, una invitación a permanecer fuerte, sano y unido.

A lo largo de su carrera artística, Tunick ha desafiado el papel del cuerpo humano en los espacios públicos. Ha montado más de 95 instalaciones con cientos o miles de participantes desnudos en escenarios exteriores alrededor del mundo.

Sin embargo, ¿qué pasa con ese cuerpo de obra cuando todo el mundo está restringido a quedarse en casa y, en muchos casos, solos? Stay apart together es una primera reacción a esta situación, ya que Spencer Tunick tiene la firme creencia de que el arte nos puede reunir aunque estemos separados en estos momentos de aislamiento y cuarentena.

Para el entrevistado, se trata de energía que proviene de México y se extiende por el mundo con amor, el arte y el cuerpo.