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Impacta la realidad al gobierno de Lenín Moreno

Rebasa crisis del Covid-19 la estrategia oficial de Ecuador
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▲ El cuerpo de una persona con Covid-19 permaneció tres días fuera de una clínica en laciudad de Guayaquil, Ecuador.Foto Afp
Especial Para La Jornada
Periódico La Jornada
Sábado 4 de abril de 2020, p. 21

Quito. Ecuador saltó a los titulares mundiales en días recientes, luego de que se hicieran públicos numerosos y desgarradores testimonios que pusieron en evidencia cómo se desbordó la crisis del Covid-19, resultado de serias inconsistencias, especialmente en las medidas sanitarias y notorias carencias en un sistema de salud debilitado por el neoliberalismo hoy imperante.

En distintas latitudes del mundo se ha hecho eco de esta situación. Conmovieron particularmente las imágenes de cadáveres abandonados en las calles de Guayaquil ante la impotencia de familiares que se lamentan porque ningún domicilio puede albergar cuerpos en descomposición, máxime si estos mismos familiares bregan por mantener, en condiciones precarias, el distanciamiento social y otras medidas de bioseguridad.

Tanto los mensajes personales que se volvieron virales, como la cobertura internacional de los medios mainstream y las redes sociales, colocaron a Ecuador como referente sobre el mal manejo de la pandemia. No han sido apreciaciones antojadizas: las cifras y datos muestran de modo irrebatible los efectos de las medidas impuestas para achicar los servicios públicos, con sustantivos recortes en el sector salud, aplicados incluso cuando ya el contagio del virus llegó al país.

Entre las múltiples fallas de gestión está la manipulación de los datos oficiales sobre la progresión de la enfermedad, a todas luces incompatibles con los hechos, al punto que el mismo presidente del gobierno admitió que es necesario transparentar la información, pues los registros oficiales se quedan cortos en el número de contagios y fallecidos.

Ante este escenario, el aludido gobierno de Lenín Moreno inculpa al mensajero, señala a medios y periodistas, y atribuye a unos presuntos trolls la autoría de una supuesta distorsión informativa. Un Informe Reservado de Inteligencia, hecho público por el diario El Universo el pasado 2 de abril, acusa a la oposición política –el correismo– y específicamente al ex presidente Rafael Correa y sus entorno, de haber desencadenado una campaña de desinformación con el afán de crear un caos político desestabilizador.

El informe señala incluso que esos ataques vienen desde México, pero los hechos son elocuentes, porque nueve alcaldes de la provincia del Guayas –la más poblada del país–, incluida la alcaldesa de Guayaquil, han dado positivo al test de coronavirus. Veintidos médicos han fallecido en funciones, mientras abundan las denuncias de carencias en los mismos hospitales que hasta hace no mucho fueron galardonados por sus prácticas e infraestructuras ejemplares.

Las propias vocerías gubernamentales hablan en estos días de gestionar la muerte y no la vida, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, anunció que se creará un cementerio especial para inhumaciones colectivas, es decir, unas fosas comunes, luego corregidas ante el rechazo por tumbas individuales.

Como es inevitable, los interrogantes de los medios persisten, pues si los fallecidos según las cifras oficiales son apenas 59 ¿por qué se presenta una crisis sanitaria de tal magnitud?. Según la BBC (Zibelli, 1/04/2020) Guayaquil tiene más muertos por Covid-19 que países enteros y apenas en la última semana en esa ciudad se habrían registrado 300 defunciones. Similares titulares recorren el mundo en medios que no tienen vínculo alguno con el periodismo nacional ni la oposición política incriminada por el gobierno de Moreno. La realidad salta a la vista.

Socióloga y periodista ecuatoriana