Integrantes del Sindicato Mexicano de Trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro descalificaron el peritaje de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) que determinó la existencia de un error humano y no por fallas mecánicas la causa del choque entre dos trenes en la estación Tacubaya de la línea 1, que dejó un muerto y 41 heridos el pasado 10 de marzo.

Los agremiados salieron en defensa del conductor del tren 33, al asegurar que las autoridades hicieron caso omiso a las solicitudes reiteradas del personal sindicalizado de la necesidad de mantenimiento generalizado en el convoy, el cual estaba en operación desde 1986, además de que se trata de un tren recuperado en 2013.

Por medio de una videoconferencia, dijeron que dudan del dictamen de la fiscalía, ya que no citó a declarar al conductor que ahora es investigado por homicidio culposo y lesiones, al igual que a la reguladora en los procedimientos de seguridad.

Dijeron que es prácticamente imposible que al conductor le hubiera dado tiempo de salir y colocar calzas de madera detrás de los neumáticos para evitar el deslizamiento del convoy, a 51 kilómetros por hora, de la estación Observatorio a Tacubaya, por lo que se impactó con el otro tren.

Además, señalaron que las calzas de madera no soportan más de 220 toneladas que pesa un tren, por lo que también rechazaron que colocar el freno de deslizamiento hubiera modificado la situación, ya que se requiere de 40 vueltas a una manivela, por lo que son necesarios al menos dos minutos.

Insistieron en que existe el antecedente en la dirección de material rodante que se solicitó para que el tren 33 entrara a mantenimiento mayor porque había excedido el kilometraje; sin embargo, la respuesta de la subdirección de operación fue negativa porque se requería que el tren siguiera en circulación por necesidades de operación en la línea y sólo se le dio una manita de gato.

Por esas razones, los trabajadores exigieron la renuncia de la directora del STC Metro, Florencia Serranía, ya que el alcance de trenes no es más que una pequeña muestra del desastre que se puede alcanzar en el Metro en cualquier momento y debido a una pésima administración.