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Crean #30DíasEnCasa para dar a los niños voz y libertad con el juego

Son actividades que pueden realizar durante la etapa de aislamiento sin necesidad de salir a comprar material y casi sin la supervisión de un adulto

 
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de marzo de 2020, p. 4

En el océano de iniciativas para pasar los días de aislamiento social hay una que destaca: #30DíasEnCasa, puesta en marcha por el estudio Ocho Gallos, con un propósito divertido: que los niños se adueñen del espacio donde se encuentran, con actividades para las que no requieren salir de casa a comprar materiales y, muchas veces, tampoco necesitan la supervisión de un adulto. Para ver y descargar las actividades se puede consultar la página de Facebook www.facebook.com/ochogallos o en la cuenta de Twitter @8gallos.

El juego es la arena más importante que tienen los niños y las niñas para reconocerse, para entender el mundo, y sí, para aprender también, pero lo que buscamos es que vean que tienen una voz, y eso nos urge en estos tiempos. Creo que el juego les da libertad porque no les ponemos muchas reglas, generalmente los invitamos a que se equivoquen, a que hagan otras cosas, que no nos hagan mucho caso, porque eso les da voz, explica Alfonso Ochoa, quien ejecuta todo lo relacionado con #30DíasEnCasa.

Ochoa, junto con la ilustradora Valeria Gallo, fundaron el estudio Ocho Gallos en 2013. Es un espacio creativo que desarrolla productos interactivos digitales relacionados con la literatura, la creación y la cultura.

Proyectos propios

En el estudio nos interesa empujar a los chavitos a ser entes creadores, que ellos desarrollen sus propios proyectos, añade Alfonso, quien explica cómo trabaja cada uno de los post divertidos para hacer en casa:

Primero Valeria y él (autores del libro Esta familia que ves) encuentran una idea: “Le llamamos pelotear; ella es como una especie de filtro de las actividades. Ahora Vale está en otras cosas, haciendo un montón de cosas. Reviso con ella las ideas y yo las ejecuto, casi siempre de un día para otro.

Creamos como un banco de ideas; unas saldrán, (pero) otras no, y las vamos soltando, se diseñan casi, casi un día antes. Casi vamos al día, y estamos procurando adelantarnos un poco por cualquier circunstancia.

Cómo funciona la iniciativa: cada día en la página de Facebook (www.facebook.com/ochogallos) y en Twitter (@8gallos) se sube una actividad con sus respectivas instrucciones y nombres como Línea que no acaba, Retrato futuro, Cajabrije, Ojos para todos o Mi viejo nuevo libro. Los materiales son sencillos y fáciles de encontrar en casa: papel, cinta adhesiva, colores, lápices o el teléfono celular.

Foto
▲ En las páginas de Facebook (http://facebook.com/ochogallos) y Twitter (@8gallos) es posible encontrar actividades diferentes para cada día.Foto tomadas de Twitter

“Nos interesa mucho entablar un diálogo que incluya o suponga un estímulo creativo para niños y niñas. Vemos el fomento a la lectura por todos lados, y por supuesto que está bien, pero creemos también en el fomento a la actividad creativa, la escritura y el desarrollo de la imaginación.

Para nosotros es necesario que eso exista. No quiero decir que la lectura es una actividad pasiva: es una actividad que incluso podemos considerar como interactiva, en el sentido en que al momento de leer, el niño o la persona echa a andar también sus propios procesos creativos, aunque no sean tan evidentes, pero nos interesa mucho materializar el proceso creativo de los niños, y prácticamente todo lo que hacemos va en este sentido.

Se trata de que sean actividades que tengan como característica que los niños no estén pasivos, que no nada más sean actividades manuales, porque nos parece que los niños dan para más en una situación como ésta; que sean viables en el contexto de encierro, tienen que ser con cosas que tienen a la mano.

Una tercera característica es que el niño tenga un rencuentro con su propio espacio, en el cual está confinado, ayudarle a que cambie su forma de verlo. Tratamos, en la mayoría de las actividades, que el niño o la niña renueven su relación con el espacio en el que están.

También se trata de que sean actividades lo más autónomas posibles. Sí consideramos que el papá o la mamá se sienten con ellos a trabajar, pero no queremos que dependa de eso. Conocemos las circunstancias: los padres pueden estar trabajando, o es el primo, el tío, que tienen sus propias tareas y que están en un momento crítico en la administración de los tiempos, por eso son actividades que podrían hacer solos.

Tampoco buscan que sean actividades educativas, “y esto tiene que ver con la filosofía de Ocho Gallos. No queremos ponerles actividades en las que refuercen lo que traen en la escuela, no queremos que extrañen la escuela, que digan ‘mi maestro lo enseña mejor que mi mamá’, repasar las tablas de multiplicar ‘con mi papá’. Si lo van a hacer, que lo hagan, está bien, pero nosotros queremos aportar este tipo de actividades con un perfil más bien lúdico que educativo, y otra de las razones es la reivindicación del juego como herramienta social, creativa y cultural”.