Investigadoras, especialistas, académicas y activistas alertaron que eliminar la violencia de género en México demanda un análisis regional que se inicie por generar los datos y las cifras que eviten invisibilizar todas las agresiones que afectan a las mujeres desde el acoso, la violencia intrafamiliar y la violación hasta el feminicidio.

Durante el foro Violencia contra las mujeres y feminicidio. Reflexión y propuesta, convocado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), destacaron que el país vive una emergencia que se dispara desde 2007, y que ha venido creciendo de forma sostenida.

Estefania Vela Barba, directora ejecutiva de Intersecta, organización feminista que impulsa políticas públicas para la igualdad, señaló que de acuerdo con los datos de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en el periodo 2000-2018, en México de las mujeres asesinadas, en seis de cada 10 casos el crimen se comete con arma de fuego, mientras 48 por ciento son ultimadas en la vía pública, por lo que el riesgo de morir no sólo está en casa.

Destacó que hay un déficit en la recolección de datos sobre la forma y la causa de asesinato de mujeres, principalmente de niñas y jóvenes. Y resaltó que la agenda de seguridad pública también es un asunto de la agenda feminista, no sólo por el elevado número de armas que hay en el país, y que se estima en 13 millones, sino porque cada vez son más, lo que eleva el riesgo.

Guiomar Rovira, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, destacó el papel de los movimientos feministas emergentes, del uso de las redes sociales y la construcción de nuevas expresiones de denuncia que han puesto en la escena pública problemas brutales de las múltiples violencias contra mujeres.

En el diálogo con activistas y especialistas, la directora general del Conacyt, Elena Álvarez-Buylla, destacó que el organismo impulsa acciones concretas para abatir la violencia de género y el hostigamiento, a través de un nuevo protocolo que pidió someter a análisis, con el fin de que sea un instrumento eficaz y riguroso, que permita el apoyo a toda mujer que denuncie estas prácticas y evitar que se reproduzcan.

En tanto, Volga de Pina Ravest, investigadora del Observatorio sobre Desaparición e Impunidad, afirmó que en México las mujeres importamos cuando estamos muertas, pero no antes, al criticar la escasa participación del Estado y sus instituciones en la prevención de ataques y violencia de género, desde el derecho familiar y la justicia cívica, al hacer del derecho penal un fetiche en la lucha contra la violen-cia machista.