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El mundo del espectáculo prevé caos financiero por el temor al Covid-19

En México, los festivales Vive Latino y Hell and Heaven no se suspenden

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▲ Imagen captada en el segundo día del festival Vive Latino del año pasado.Foto Pablo Ramos
 
Periódico La Jornada
Viernes 13 de marzo de 2020, p. 6

Nueva York. La angustia por el Covid-19 llevó al mundo a lavarse las manos con renovado vigor, pero los artistas se las estrujan debido a la anulación de eventos masivos que amenazan al mundo del entretenimiento con el caos económico.

La semana pasada se cancelaron grandes actos, incluso el festival de música electrónica Ultra, de Miami, y el famoso South by Southwest, encuentro de 10 días de cultura y tecnología en Austin. El festival de Coachella, previsto para abril, fue aplazado hasta octubre.

Pearl Jam, Madonna y Santana están entre los artistas que han cancelado o pospuesto conciertos tanto en casa como en el extranjero debido al temor por el cononavirus, mientras la Orquesta Sinfónica de Boston y el American Ballet Theater de Nueva York también anularon giras por Asia y Medio Oriente.

Elvan Sahin, residente de Manhattan de 32 años, decidió no acudir a un concierto de música clásica esta semana en el Lincoln Center de Nueva York debido al virus. Creo que me sentiré más cómoda si aguardo a que esto pase, declaró.

Kevin Lyman, fundador de Warped Tour, grupo de rock en gira de 1995 a 2019, indicó que la última vez que vio un caos de este tipo en la industria del entretenimiento fue después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

En medio de ese shock, recordó que la primera reacción fue seguir con el show. Y por supuesto que eso no se hizo, recordó. El negocio de la música cerró un tiempo. Pero Lyman dijo que el pánico por el coronavirus no tiene precedente.

Adam Siegel, gerente de entretenimiento de American Agents & Brokers, compañía de seguros cuyos clientes incluyen Ultra, informó que actos masivos como Coachella pueden tener hasta cuatro o cinco pólizas de seguro diferentes.

Los seguros contra ataques terroristas son comunes desde el 9/11, y muchos estadunidenses se aseguran contra tiroteos y masacres, indicó. Pero el contrato promedio no tiene cláusula para enfermedades virales transmisibles. Ahora es demasiado tarde. No se puede sacar un seguro para un edificio que se está incendiando, apuntó.

Si tienen una póliza que va a responder, en la mayoría de los casos necesitamos que una agencia del gobierno desenchufe la cosa, sostuvo Siegel.

Esa condición es tal vez la razón por la cual el festival de Coachella en California –cuyas entradas están agotadas hace meses– esperaron que el condado de Riverside declarara una emergencia pública para anunciar el aplazamiento.

Territorio desconocido

Un mandato del condado de Riverside, autoridad municipal del festival musical realizado en el desierto californiano, para cancelar o aplazar el show desataría cualquier póliza de seguro que tengan los organizadores, dijo Siegel.

También permitiría que se aplique la cláusula de fuerza mayor en los contratos, que elimina la responsabilidad financiera entre artistas y promotores en caso de emergencias extremas e impredecibles.

Coachella genera cada año ganancias de entre 75 y 100 millones de dólares, según el diario Los Angeles Times. Por ahora sólo lo han pospuesto, pero si hay una anulación, el pago de los seguros debido a una razón de fuerza mayor podría oscilar entre 150 y 200 millones de dólares.

Al final, todo dependerá de la causa de la pérdida y si eso era un peligro cubierto en tu póliza, señaló Siegel. No es blanco o negro. Está abierto a interpretaciones. Es realmente territorio desconocido.

Devastador

Las consecuencias económicas de aplazar o cancelar grandes festivales y encuentros tienen consecuencias más allá de los promotores y artistas, dijo Siegel.

Hay mucha más gente en esta cadena alimenticia que serán afectados: vendedores, el equipo, comercios locales, aseveró.

En una economía que paga por espectáculo o concierto, mucha gente podría perder mucho dinero.

Casi 400 mil personas residen en el Valle de Coachella; muchos están en la tercera edad, sector que resultaría más golpeada por el Covid-19.

El temor en el circuito de los festivales es mundial, aseguró Lyman.

Grandes compañías de entretenimiento como AEG –empresa matriz de GoldenVoice, que organiza Coachella– o Live Nation sufrirán el golpe, pronosticó, pero son los propietarios independientes de clubes los que enfrentan serias amenazas financieras. Podría ser devastador para esos pequeños empresarios que dependen del negocio semanal y no tienen grandes fondos de reservas, indicó.

El mundo del espectáculo tambalea por las cancelaciones, pero hay al menos un artista con el cual pueden contar las salas de concierto: Bob Dylan anunció el lunes una gran gira por Norteamérica, que se suma a sus 14 conciertos previstos en Japón en abril.

Disneyland cerrará

En Los Ángeles, el parque de diversiones Disneyland, uno de los más populares de California, cerrará sus puertas al público a partir del sábado como medida de precaución ante el brote de Covid-19 en el país, informó un portavoz este jueves.

Si bien no se ha informado de ningún caso en Disneyland Resort, tras examinar detenidamente las directrices de la orden ejecutiva del gobernador de California, que recomienda suspender todos los actos con más de 250 personas, y en interés de nuestros visitantes y empleados, estamos procediendo al cierre del Parque Disneyland y del Disney California Adventure, desde la mañana del 14 de marzo hasta finales de mes, indicó.

En la CDMX

Los próximos sábado y domingo en la Ciudad de México y Toluca, se realizarán los festivales masivos Vive Latino y Hell and Heaven, respectivamente, y los organizadores, cada uno por su lado, afirmaron que se llevarán a cabo de manera normal y en las fechas previstas.

Ambos festivales tienen una duración de dos días, gran afluencia de público y la participación de agrupaciones de distintos lugares del mundo.

Sólo al Vive Latino se espera que asistan alrededor de 180 mil personas durante los dos días, mientras el Hell and Heaven espera unos 80 mil asistentes.