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Penultimátium

Muestran en París el devenir del piercing

E

n noviembre de 1978, Jim Ward inauguró en el oeste de Hollywood la primera boutique de piercing del mundo: Le Gauntlet. Luego abrió sucursales en San Francisco, Nueva York, Seattle y París. La Gauntlet elaboraba sus propios piercing diseñados por Ward.

En poco tiempo tuvieron una dimensión comercial y buscando la seguridad de quienes portaban en su cuerpo dichas piezas. De objetos transgresores de los grupos gay o punk, adquirieron popularidad y utilizados por las modelos que lucían las creaciones de modistos famosos, como Jean-Paul Gaultier y Vivienne Westwood. Hoy se fabrican lo mismo de metal que de madera o piedra.

Pero el uso de piercing no se remonta al siglo pasado. Las investigaciones de los arqueólogos muestran que ya los portaban personajes de las más antiguas culturas del planeta. Adornaban con objetos de diversos materiales orejas, nariz, boca o vientre. Algunos estudiosos los sitúan con antigüedad de 48 mil años. No debe extrañar entonces que, siguiendo una tradición ancestral, hoy los utilicen numerosos pueblos originarios en Australia, Asia y África.

Siempre atento a lo que sucede en el mundo, el Museo del Hombre en París ofrece ahora una novedosa exposición sobre el piercing en la que muestran el uso de estos objetos a través de miles de años y utilizados para distinguir al hombre de la mujer, a los gobernantes y a los guerreros; o para la fertilidad y la buena suerte.

Un grupo de expertos de diversos países hizo aportes novedosos sobre el tema. Como Vera Tiesler, de la Universidad Autónoma de Yucatán. Quizás a ella se deba una de las ilustraciones del uso del piercing entre los antiguos pobladores de México.

Se trata de Nezahualcóyotl, señor de Texcoco. En el Códice Ixtlilxóchitl, calendario ritual de mediados del siglo XVI, aparece portando en su labio inferior un piercing de oro en forma de cabeza de águila. En la Biblioteca Nacional de París hay una copia facsimilar del manuscrito, comentada por especialistas.

El piercing y el tatuaje son ya parte de la cultura contemporánea.