Sólo al pago de intereses del rescate bancario, el gobierno federal propuso para 2020 destinar 43 mil 431 millones de pesos, pero 160 diputados de Morena, PAN, PRI, PRD y PT firmaron un documento para solicitar que se le recorten 2 mil 500 millones de pesos para destinarlos a los fondos Regional y Metropolitano y a infraestructura en pueblos indígenas.

La idea de los legisladores es que los banqueros pueden dejar de recibir esos recursos, pero los más pobres no.

En una carta dirigida a los coordinadores de todas las bancadas, los diputados expresaron que el cálculo para el pago de intereses del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) se hizo cuando la tasa de interés estaba en 8 por ciento, que el Banco de México redujo a 7.75 por ciento el 29 de septiembre.

Además, esperan que el banco central vuelva a bajarla el jueves, a tiempo para reconsiderar el monto de los intereses y destinar esos recursos a la población de menores ingresos.

También, pidieron que de los 11 mil 396 millones de pesos adicionales aprobados en la Ley de Ingresos, se destinen otros 2 mil 500 millones de pesos para ambos fondos e infraestructura en comunidades indígenas. Con ello, esos tres rubros tendrían recursos adicionales por 5 mil millones de pesos.

Aunque el ramo 34 se denomina Erogaciones para los programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca, el dinero es para los bancos, explicaron.

Por el contrario, el Fondo Regional se constituyó desde 2017 como mecanismo para corregir desequilibrios en el desarrollo de las regiones, con la asignación de 50 por ciento de sus recursos a los tres estados de mayor pobreza: Oaxaca, Guerrero y Chiapas, y el resto a otros siete estados con menores índices de desarrollo humano.

Esa necesidad es actual, porque de no existir una inversión adicional y focalizada en las regiones con mayor atraso, no llegarán a los niveles de desarrollo de las más avanzadas sino hasta en 200 años, como señaló el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, explicaron.

Además, el Fondo Regional se enfoca a la inversión en zonas que carecen de electricidad, agua potable, drenaje y sufren bajos índices de educación y de desarrollo humano.

El Fondo Metropolitano considera un subsidio federal para la elaboración de estudios y proyectos de obra pública de infraestructura en zonas metropolitanas, pero mientras éstas van en aumento, los recursos asignados han disminuido.

Asimismo, el presupuesto transversal para pueblos y comunidades indígenas sufrirá un recorte de 2 mil 500 millones para 2020, al pasar de 6 mil millones a 3 mil 500 millones, lo cual no ayuda a remontar la brecha de desigualdad.