José de Jesús Orozco Enríquez, integrante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de 2010 a 2017, quien en dos ocasiones presidió ese organismo, aseveró en el Senado que México desde hace años atraviesa una crisis de derechos humanos provocada por la inseguridad, la desigualdad, la impunidad y otros problemas estructurales que impiden el pleno goce de los derechos humanos en sectores discriminados, como mujeres, indígenas, niños y niñas, afromexicanos y la comunidad LGBTTI, en general, los más pobres.

Al comparecer ayer como parte de los 57 candidatos que aspiran a presidir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Orozco Enríquez destacó que ante ese desafío el organismo tiene una responsabilidad central y la sociedad tiene derecho a exigir que sea más eficiente.

Ante los senadores, delineó su programa de trabajo de cuatro ejes y 35 líneas de acción. Planteó elaborar un diagnóstico y, previa consulta a la academia y organizaciones sociales, formular el reglamento 2020-24. Agregó que pondría su experiencia como relator de Colombia para el proceso de paz en el país.

Elizabeth Lara Rodríguez, otra aspirante a presidir la CNDH, al comparecer ante comisiones del Senado se comprometió a defender la autonomía de ese organismo y mantener sana distancia con el poder. Esa es, aseveró, la principal fuerza del órgano.

Ante senadores de las comisiones de Derechos Humanos y de Justicia insistió en que autonomía no significa estar peleado con las autoridades ni sólo dedicarnos a cuestionar los procedimientos gubernamen-tales. Ofreció diálogo respetuoso con los diferentes niveles de gobierno como ruta para que marche la CNDH. Desde hace 11 años, sostuvo, trabaja en la oficina de la comisión en Oaxaca para la atención de los migrantes.

El senador Emilio Álvarez Icaza cuestionó la visita que realizó al presidente Andrés Manuel López Obrador con el sacerdote Alejandro Solalinde antes del inicio del proceso para la renovación del titular de la CNDH, cuando se pide que haya autonomía e independencia del titular de ese organismo.

Lara Rodríguez respondió: Alejandro Solalinde es mi amigo, tal vez mi compañero de misión. No voy a negar la relación de amistad con él. Con el Presidente fue sólo un saludo, pero tengo claro que él no manda en este Senado, quienes mandan son ustedes, por eso los busqué varios días y les participe mi intención de dirigir la comisión.

En entrevista, se le preguntó ¿qué opina de la política migratoria de este gobierno, que es de contención y deporta a migrantes?

–Hay una ley de migración muy clara y el Estado tendrá que constreñirse a ella. La ley dice que quien está de manera irregular tendrá que ser retornado a su país –respondió.

María López Urbina, ex fiscal de la Procuradurpía General de la República para los feminicidios en Ciudad Juárez y coordinadora jurídica de la Subproduraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, recalcó que la CNDH debe ejercer su autonomía y atender con verdadera vocación de servicio.