Domingo 20 de octubre de 2019, p. 4
La violencia desatada en Culiacán, Sinaloa, tras el operativo fallido para capturar a Ovidio Guzmán López causó un impacto negativo en la imagen de México en el exterior, coincidieron Andrés Rozental, embajador emérito y ex funcionario de la cancillería, y Raúl Benítez Manaut, académico del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Rozental consideró que el impacto puede ser “terriblemente negativo” en la imagen de México. “Refleja mal sobre el gobierno y las fuerzas armadas y muy mal sobre la falta de preparación de las autoridades para lidiar con un caso como éste”.
Manaut coincidió en que habrá “un impacto negativo a la imagen de México al haber sido un asunto mediático muy fuerte dentro y fuera” del país. La primera afectación, indicó, seguramente será en Estados Unidos. Si bien descarta que afecte la mayor parte de la cooperación bilateral, sí podría repercutir en la colaboración en seguridad.
La decisión del gobierno para evitar una masacre fue “necesaria” y congruente con las premisas de su estrategia de seguridad, pero podría sentar “un mal precedente” en la lucha contra el crimen, según otros especialistas de la UNAM.
Para Pedro Isnardo de la Cruz, especialista en prevención social de la violencia y en seguridad, la decisión “representa el reconocimiento de la importancia del crimen organizado y el narcotráfico como tema clave”.
Javier Oliva, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, estimó que existe el riesgo de que los grupos criminales “aprendan” de la liberación de Ovidio: “Si en el futuro el gobierno hace otra detención, tal vez las organizaciones criminales ya sabrán qué hacer. Es algo realmente preocupante”.