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Se jugaría el 18 de diciembre

Por razones de seguridad aplazan el clásico español
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▲ En el estadio del Barcelona es común el despliegue de pancartas independentistas y el club confía en la civilidad de la afición.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 19 de octubre de 2019, p. a14

Barcelona. La Federación Española de Futbol aplazó ayer el clásico que el Barça y el Real Madrid debían disputar la próxima semana en Barcelona por razones de seguridad, por lo que ambos clubes propusieron un regalo de Navidad para la afición: que el duelo se realice el 18 de diciembre.

La medida responde a que Cataluña vive momentos de gran agitación política y para el sábado 26 de octubre, la fecha prevista, hay convocada una protesta por las penas de prisión decretadas contra nueve líderes independentistas.

Tras consultar con las autoridades del gobierno central, la federación anunció el pasado jueves que no era seguro jugar el mismo día en el que se realizará la manifestación.

Los clubes tenían de plazo hasta el lunes para acordar otra fecha y en caso de que no lograrlo, la federación decidiría cuándo se disputaría el clásico. Pero poco después de que el organismo postergó el encuentro, ambos equipos emitieron comunicados proponiendo el 18 de diciembre.

La Liga quería que se invirtiera el orden y que el primero de los dos encuentros de la temporada 2019-20 entre esos clubes se jugara en el Santiago Bernabéu y el segundo en el Camp Nou. Pero la federación dijo que eso violaría las reglas del torneo.

Será ahora el Comité de Competición el que defina la nueva fecha definitiva del clásico liguero español, un partido que traspasa fronteras, visto por 650 millones de telespectadores, según cifras de La Liga.

Cuando toque vamos a jugar y vamos a estar preparados para jugar en la fecha cuando nos diga la persona adecuada, declaró el técnico del Madrid, Zinedine Zidane.

Su homólogo del Barcelona, Ernesto Valverde, había confiado el jueves en poder jugar en la fecha prevista inicialmente. Todo el mundo está pendiente de que las imágenes que estamos viendo esta semana se van a trasladar a ese partido, no sabemos, no tiene por qué ser así, dijo.

El Barcelona, en cuyo estadio suelen desplegar pancartas independentistas y una parte de su afición grita Independencia en cada partido, había considerado que se podía llevar a cabo el encuentro en la fecha señalada. El equipo azulgrana apuntó en un comunicado su confianza absoluta en la actitud cívica y pacífica de su masa social, que siempre se expresa en el Camp Nou de manera ejemplar.

No es la primera vez que la crisis catalana impacta en el futbol español, ya que el primero de octubre de 2017 la celebración de un referéndum de autodeterminación y la intervención policial llevada a cabo para intentar impedirlo llevó al Barcelona a jugar a puerta cerrada su partido de liga contra Las Palmas.

Tras pedir primero, sin éxito, su suspensión por los sucesos en la calle, el Barça decidió jugar sin público en protesta por esas intervenciones policiales.

Pero, esta vez, la tensión en Cataluña tras la condena de entre nueve y 13 años de prisión a nueve dirigentes independentistas por el intento fallido de secesión de 2017 afecta al partido por excelencia del futbol español.